La dirigencia nacional y las “corcholatas” se reunirán para fijar reglas rumbo a la contienda interna.
Encuestas y unidad, dos desafíos para el partido.
El partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador se prepara para las elecciones 2024, lo que se prevé sea una de las más grandes batallas de su historia: el proceso interno con el que elegirá a su segundo candidato presidencial que le garantice la continuidad de la llamada “Cuarta Transformación”.
El proceso de selección de candidato, se vislumbra complicado para Morena.
La desconfianza en las encuestas, la falta de institucionalización al interior y la posibilidad de rupturas pronostican tiempos de tempestad en la fuerza política de MORENA
El gran reto para el partido del presidente es que no se den rupturas, pues de haberlas, el 2024 podría no ser un día de campo.
“Quienes quieren derrotar a Morena, considero que debería ser un candidato salido de las propias filas de Morena, como podría ser Marcelo Ebrard. Desde mi punto de vista es una de las formas más viables para ganarle a Morena es dividiéndola”,
Será en este mes de Junio del 2023 cuando se dé el primer paso formal rumbo al 2024.
Después de dos años de giras por el país, de trabajo para la construcción de una candidatura y decenas de bardas pintadas, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Ricardo Monreal se reunirán con la dirigencia nacional del partido que encabeza Mario Delgado, pondrán en la mesa las condiciones para competir por la candidatura presidencial.
Al respecto, Marcelo Ebrard ha anunciado que el día Martes 6 de Junio presentará su ruta rumbo al 2024.
El partido definió como método de elección de su candidato la encuesta. Se trata de un método estipulado en el artículo 44 de sus Estatutos
Serán dos ejercicios: uno en agosto y otro en noviembre. Los cuáles serán un campo de batalla para los morenistas.
“Las encuestas van a ser un instrumento para legitimar hacia fuera. Tendrá que hacerse de la mejor forma para evitar rupturas”
¿Cuál es el ideal del presidente?
Número uno: tener un candidato competitivo mediante un proceso que sea percibido como legítimo.
Número dos: que este proceso sea aceptado por todos los grupos involucrados que no genere divisiones, que mantenga la estructura del partido sólida alrededor de quien resulte el candidato.
“Es importante que se impida la disrupción o la fuga de grupos que se sientan traicionados”
Pero Morena en su ADN tiene características del Partido de la Revolución Democrática (PRD), en el cual los desencuentros y rupturas eran constantes.
“Hoy los aspirantes tienen sus grupos políticos, gente que ha venido trabajando en los estados, que han formado un grupo político y que están impulsando a su candidato o candidata”
Para evitar salidas del partido, Morena hace firmar a quienes participan en la encuesta una cláusula de que aceptarán los resultados, sin embargo, no siempre le ha resultado una garantía.
En procesos electorales locales, algunos aspirantes a las diferentes candidaturas a pesar de haber colocado su rubrica, han desconocido los resultados.
Si eso pasa en la contienda por la candidatura presidencial, Morena podría enfrentar problemas, pues los Candidatos inconformes podrían escuchar propuestas desde la oposición e incluso desde los partidos aliados: PT-Verde.
A partir de este 5 de junio, las “corcholatas” entrarán a una fase: la batalla por la única candidatura presidencial de Morena.
ING. EFREN DOMINGUEZ WHITE
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Imagen Informativa Digital.