Podemos negó haber desviado recursos públicos que estaban destinados a sufragar sus gastos en abril de 2019 a dos empresarios que prestaron servicios de marketing digital para Morena.
Ante el juez Juan José Esconilla, la cúpula de Podemos se desmarcó del desvío en una comparecencia en la que declaró, en calidad de imputado, Juan Manuel del Olmo, secretario de Comunicación y actual director de Estrategia y Comunicación de Pablo Iglesias.
Fuentes jurídicas presentes en la declaración, explicaron que la empresa Neurona Comunidad realizó los trabajos que se le encomendaron pero no detallaron qué ocurrió con los más de 307 mil euros que dicha consultora transfirió a una empresa mexicana llamada Creative Advice.
“Desconocemos qué ocurrió. La administración de Neurona tenía disposición sobre ese dinero y será de la incumbencia de Neurona o de las entidades con las que subcontrató los servicios”, indicó Gorka Velle Bergado, abogado de Podemos.
Otros funcionarios que fueron citados a declarar fueron Rocío Esther Val, gerente de Podemos; Daniel de Frutos, tesorero del partido, y Andrea Deodato, encargada del área de compras.
Todos aseguraron que Neurona prestó servicios a Podemos durante la campaña para las elecciones generales de abril de 2019 pero rechazaron saber cómo terminaron los recursos en México.
De acuerdo con el diario digital español El Confidencial, el dinero salió de España y cruzó el Atlántico por medio de supuestas empresas instrumentales, testaferros y contratos ficticios.
Este presunto fraude está siendo investigado desde julio por Juan José Escalonilla, titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid, que mantiene imputados a varios sospechosos en la cúpula del partido y al propio Podemos.
La operación
Entre las sociedades pantalla que habrían tenido un papel crucial en la red figura Neurona, una mercantil que se implantó en España poco antes de las generales del 28-A y recibió pagos de Podemos e Izquierda Unida por valor de 425 mil 443 euros por supuestos trabajos audiovisuales y de comunicación para la coalición con la que ambas formaciones se presentaron en esos comicios, Unidas Podemos.
El encargado de firmar los contratos con Neurona fue Juanma del Olmo, secretario de Comunicación de Podemos y actual director de Estrategia y Comunicación en la Vicepresidencia Segunda del Gobierno que ocupa Pablo Iglesias.
Por su parte, el representante de la agencia que asumió la coordinación de los trabajos para Unidas Podemos fue Eduardo López Hernández, un abogado mexicano con despacho en León, Guanajuato, que nunca llegó a desplazarse a las oficinas que la agencia tenía teóricamente en Sevilla y que carece de experiencia conocida en el mundo del ‘marketing’ electoral.
Los investigadores ya habían descubierto que, de los 425 mil 433 euros abonados a Neurona por Podemos e IU, 308 mil 254 euros fueron automáticamente transferidos por esta empresa a una tercera sociedad con domicilio en México, Creative Advice Interactive.
El juez trata de determinar las razones de ese desvío y si Neurona o Creative llegaron a prestar realmente algún tipo de trabajo para Unidas Podemos.
Sin embargo, hay una pista que parece elevar el procedimiento a otro plano.
El pasado viernes, durante su comparecencia como investigado, el administrador de Neurona en España, Elías Castejón, admitió que ejecutó las transferencias por importe de 308 mil 254 euros a Creative siguiendo las órdenes de otro abogado mexicano llamado Germán Cobos.
Según manifestó, los socios de Neurona le dijeron que tenía que obedecer las indicaciones de este abogado, a pesar de que no aparece en ninguno de los documentos de la agencia de comunicación. Castejón nunca llegó a reunirse con Cobos. Hablaron por teléfono y correo electrónico.
Fuentes próximas a las pesquisas confirmaron a diario El Confidencial que el abogado al que se refirió Castejón es Germán Cobos Pío, un profesional del derecho que comparte bufete con Eduardo López Hernández, el abogado que aparece en los contratos firmados por Del Olmo.
Además de compañeros de despacho, Cobos y López son responsables de varias empresas. La atención se centra en una de ellas, Corporación Cobos y Cobos SC.
El partido con el que López Obrador ganó las elecciones federales de 2018 reconoce en su página web oficial (www.morena.si) que ha contratado a Corporación Cobos y Cobos SC para realizar supuestos “servicios de consultoría estratégica y ‘marketing’ político a través de diversos medios digitales” de tipo electoral, la misma labor que Neurona debía haber prestado para Unidas Podemos.
Hay otra coincidencia. Corporación Cobos y Cobos SC aparece en un listado de proveedores registrados de Ciudad de México.
La compañía inscrita inmediatamente antes, por orden cronológico, es Neurona, de lo que se deduce que ambas fueron registradas a la vez.
La factura abonada por Morena a Corporación Cobos y Cobos SC asciende a 348 mil pesos mexicanos, 14 mil 480 euros al cambio, una cifra que conecta el dinero del partido Podemos con Morena.
Los investigadores sospechan que los 308 mil 254 euros desviados pudieron servir para sufragar de manera encubierta, pero a través de las mismas mercantiles, otros servicios electorales para Morena que no fueron declarados.
La factura solo representaría un pequeño porcentaje de los servicios realmente prestados para Morena. Tampoco se descarta que estos empresarios del entorno de Morena hubieran canalizado en dinero de Podemos hacia dirigentes morenistas.
En cualquier caso, Neurona habría operado como un vehículo para mover fondos públicos de España hacia el entorno de López Obrador. No sería el primer escándalo del mandatario. Su hermano está siendo investigado por el cobro de presuntos sobornos y financiación ilegal de la campaña de Morena.
El pasado agosto se difundieron unas imágenes en la que se le veía recibiendo varios sobres con unos 90 mil euros en su interior. Asimismo, Morena fue sancionada en 2018 por apropiarse de fondos de un fideicomiso que tenía como objetivo ayudar a los afectados del terremoto que asoló el país en septiembre de 2017.
El Juzgado número 42 de Madrid rastrea otras operaciones de la cuenta de Neurona en Bankinter que tampoco tendrían relación con la preparación de la campaña de Unidas Podemos.