La Arquidiócesis Primada de México criticó la aprobación en el Senado de la República del dictamen que regula el uso del cannabis y sus derivados en el país, incluido el uso lúdico de la mariguana.
En su editorial Desde la Fe señaló que es “preocupante” despenalizar el auto cultivo y uso personal de la droga.
Insistió en que una cosa es su aplicación médica, enfocada al bien de la salud humana, y otra muy distinta su permisividad en el ámbito social, debido a que afecta la personalidad y la conducta de los individuos.
Esta iniciativa es la puerta de entrada para drogas más peligrosas y adictivas con graves incidencias en la degradación del tejido social”, sentenció.
La Arquidiócesis recordó que en 2015 la Universidad Pontificia de México realizó un foro sobre la mariguana en la que se concluyeron cinco puntos:
1. Nadie puede afirmar que las drogas no causan problemas de salud y de adicción.
2. Las víctimas inmediatas son los adolescentes y los jóvenes, muchas veces de manera irreversible.
3. Las medidas prohibicionistas no han dado los resultados esperados debido a la alta corrupción que provoca el comercio ilegal.
4. La regulación del consumo puede ayudar para que disminuya la violencia del narcotráfico y el peligro para los consumidores, pero se envía un mensaje equivocado a la sociedad, propiciando un aumento del consumo y los problemas sociales y de salud implicados.
5. Las políticas públicas deben buscar soluciones integrales, no solo tratando de resolver las consecuencias, sino, sobre todo, las causas: se debe buscar la recuperación de los ambientes sociales, el desarrollo de las familias y las oportunidades de estudio y trabajo para los jóvenes.
Bajo tales argumentos, la Iglesia Católica expuso a la Cámara de Diputados, próxima a discutir el dictamen, que la labor del Estado y las instituciones públicas y sociales debe centrarse en la prevención, educación y fomento de valores, y no en la degradación cultural y social.