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Líderes europeos esperan ansiosos presidencia de Biden

Para las naciones de la Unión Europea, el 20 de enero, día de la toma de posesión de Joe Biden como el próximo presidente de Estados Unidos, no llega lo suficientemente rápido.

Después del asalto de partidarios del presidente Donald Trump al Capitolio federal el miércoles, muchos gobiernos se han desecho de cualquier inhibición a la hora de lanzar críticas fulminantes a un presidente estadounidense en funciones. Varios ya ven a Biden como un faro de esperanza para reconstruir los lazos transatlánticos que se han derrumbado en los últimos cuatro años.

“El presidente Trump ya es cosa del pasado”, dijo el jueves el primer ministro portugués Antonio Costa, que ostenta la presidencia rotatoria de la UE.

“No caigo mucho en provocaciones, pero para mí ya dimos la vuelta a la página”, dijo Charles Michel, presidente del Consejo Europeo.

Toda la atención ahora está centrada en el futuro y en Biden. “Más que nada, ansío que llegue el nuevo presidente estadounidense”, comentó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Y ese sentimiento es compartido por la mayoría de las 27 naciones de la UE.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, dijo que Italia “está ansiosa por trabajar junto con el presidente Biden”.

Pero en este momento no está claro hasta dónde la política exterior estadounidense ha cambiado ya de manera tan fundamental que Biden no pueda, o quizá no quiera, rectificar. Y tal como demostraron los disturbios del miércoles en el Congreso estadounidense, el demócrata podría tener que concentrar una cantidad abrumadora de su energía en casa.

Sin embargo, dos movimientos relativamente simples de Washington complacerían a Bruselas: regresar al acuerdo climático de París —el tratado internacional implementado hace cinco años que compromete a las naciones participantes a reducir la contaminación y el calentamiento global— y a la Organización Mundial de la Salud, la cual actualmente está enfocada en combatir la pandemia de coronavirus.

El presidente Barack Obama incorporó a Estados Unidos al acuerdo de París, pero Trump lo retiró unilateralmente, para consternación de los europeos. Lo mismo ocurre con la OMS, a la que Biden también prometió volver a unirse.

“Uno de los primeros gestos de Biden será incluir a Estados Unidos en el acuerdo de París, y esto permitirá enfrentarnos a la realidad del cambio climático”, dijo Costa.

El primer ministro portugués también espera que el presidente entrante revitalice la posición de Estados Unidos en organismos multilaterales, como las Naciones Unidas.

“Esto significará que hay esperanza”, dijo.

El presidente Trump criticó en repetidas ocasiones a sus aliados europeos por resguardarse bajo el manto de defensa y seguridad que Estados Unidos proporciona al tiempo que buscaban una ventaja económica a través de subsidios y otras tácticas comerciales. Esto no ayudó a que se ganara su simpatía.

“La verdad es que los contactos al más alto nivel entre Trump y la UE fueron muy limitados, y no solamente en las últimas semanas”, comento Michel a la cadena RTBF. “La cooperación en muchas cuestiones fue extremadamente difícil”.

Sin embargo, el próximo cambio de gobierno no significa que Washington le dará a la UE facilidades en cuestiones como los subsidios para el fabricante de aviones europeos Airbus y en otros temas comerciales.
Ha sido un asunto espinoso durante muchos años.

“Hay intereses estadounidenses e intereses europeos que deben ser defendidos, cada uno por su lado”, dijo Costa. “Sin embargo, debemos seguir en términos amigables, como aliados, y esperamos que podamos superar las dificultades”.

Para allanar el camino, la UE ya invitó al presidente electo Biden a visitar Bruselas lo antes posible, que Costa espera sea durante la presidencia de Portugal de seis meses que termina en junio.

“Luego de cuatro años muy áridos que hemos vivido, ahora esperamos cuatro años fructíferos”, dijo Von der Leyen.

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