Tras padecer covid-19, un chequeo del corazón es recomendable: expertos
Algunas personas que padecieron ya covid-19 quedan con secuelas de la enfermedad algunos meses después del alta epidemiológica. Es lo que los especialistas dieron en llamar covid prolongado, long covid o síndrome post covid.
Como casi todo desde el inicio de la pandemia, son el tiempo y las investigaciones los que pueden dar respuestas a los interrogantes que plantea la enfermedad causada por el SARS-CoV-2.
Mucho se habla del impacto del coronavirus luego de la fase aguda, pero poco se abordan las consecuencias a nivel cardíaco. Según un reciente estudio publicado en la Red JAMA se encontró que habían pasado 79 días desde el diagnóstico de coronavirus hasta que un grupo de personas recuperaron su frecuencia cardíaca normal en reposo.
¿Cuáles son las secuelas en el corazón de pacientes post COVID-19?
En el marco de una serie de notas con expertos latinoamericanos en salud que se estrena con este artículo, Infobae convocó a los cardiólogos Fernando Botto y Andrés Orlandini, reconocidos especialistas del grupo científico regional e internacional Estudios Clínicos Latino América (ECLA) que compartieron su visión.
Fernando Botto, cardiólogo con larga experiencia en cuidados críticos cardiovasculares, miembro del Departamento de Investigaciones Clínicas de Estudios Clínicos Latino América (ECLA), explicó:
El reconocido cardiólogo, comenta, que los que quedan con daño miocárdico crónico, no se sabe cuántos son. Un estudio alemán con resonancia magnética que hizo mucho ruido alertaba que el número era muy grande. Señalaba que el 70% quedaba con algún grado de compromiso del miocardio, miocarditis. Pero esta investigación fue refutada por la comunidad científica ya que era muy seleccionado el grupo de participantes, es decir que la mitad de ellos tenían un cuadro severo. Entonces esto motivó respuestas de otros grupos, científicos americanos que reportaron estudios en deportistas jóvenes, de una universidad, y luego de analizar muchos pacientes que habían tenido COVID-19 leve y moderado.
Los especialistas coinciden en que, según estos últimos estudios que siguen el síndrome post covid-19, que analizan a pacientes que persisten con síntomas en el tiempo, son muy pocos los que quedan con daño cardíaco. Pero no obstante ello, posterior al alta, a esas primeras dos semanas de la fase aguda de la enfermedad, se observa poco daño cardíaco concreto. Eso implica que la gente tiene que hacer una evaluación médica post coronavirus, de todas formas.
La miocarditis, inflamación que se localiza en el músculo cardíaco, puede tener implicancias serias en términos de arritmias o de insuficiencias cardíacas. Las investigaciones que han mostrado esto, indicaron que puede suceder en el 1% de los casos. Según ejemplificó a Infobae el cardiólogo de ECLA, un número de pacientes grandes del ICBA, la miocarditis se observó en un poco menos del 1%, en pacientes cardiovasculares. Se sabrá recién el número exacto de miocarditis post COVID-19 en unos años, dos o tres años cuando se analicen las investigaciones grandes, pero hay mucha heterogeneidad en los reportes, se utilizaron distintas definiciones, diferentes protocolos médicos de evaluación y edades en las poblaciones.
“Otro padecer que se ve post COVID-19, pero en muy bajo porcentaje de incidencia, es la pericarditis: el pericardio es la membrana que envuelve al corazón, que también puede inflamarse y desencadena esta afección. En algunas experiencias también es poco frecuente lo que se ha reportado, con menos del 1% de los casos”, apuntó. y señaló: “En estos casos y aunque parezca un número menor, merece o motiva una consulta médica post COVID-19”, recomendó y agregó: “Hay que tranquilizar a la población, pero simultáneamente es muy importante en ese 1% y vale la pena acudir a una evaluación médica, a partir de las dos semanas del alta”.
El cardiólogo Andrés Orlandini, director de ECLA junto al cardiólogo Rafael Díaz, manifestó: “Aunque el coronavirus afecta principalmente al sistema respiratorio , conocemos que también puede producir afecciones en el sistema cardiovascular”.
En relación al sistema cardiovascular, sabemos que los pacientes con afecciones previas sufren más complicaciones con el COVID por lo que tienen peor pronóstico. En este punto y según Orlandini, el primer problema que se presenta en estos pacientes es, que por el miedo al contagio, los pacientes con afecciones cardiovasculares pre-existentes dejaron de acudir regularmente a sus controles, y por lo tanto muchos sufrieron descompensaciones.
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Pero dejando este compromiso indirecto, alertó:
De acuerdo a lo manifestado por el director de ECLA a Infobae, las diferentes maneras de afección cardiovascular que se producirían por estas 2 vías de lesión son las siguientes:
- Alteraciones de ritmo cardiaco: durante la etapa febril de la infección es lógico tener aumento de la frecuencia cardiaca, pero en algunos pacientes la frecuencia cardiaca permanece elevada por un tiempo prolongado, incluso meses observándose palpitaciones con pulso regular o irregular. Esto se podría deber a un tocamiento del Sistema Nervioso Autónomo (que es el que regula la FC) por la respuesta inmune al virus.
- Lesiones cardiacas isquémicas: el corazón necesita para realizar su trabajo combustible, este es el oxígeno que llega a través de la sangre al músculo cardiaco. Durante la infección, la cantidad de oxígeno en la sangre suele estar disminuida por la afección pulmonar. Además, como dijimos previamente, los pequeños trombos que se producen en los vasos, producen que estos se tapen, y por lo tanto no llega sangre a los tejidos del corazón. Peor aún, el corazón por la fiebre aumenta la necesidad de combustible ya que se produce taquicardia (como un auto que acelera). Todo esto es un cóctel fatal, disminución del aporte de combustible (léase oxígeno) y aumento de la necesidad del mismo. Esto puede llevar a producir que las células cardíacas tienen un importante sufrimiento (isquemia) o que incluso puedan morir, lo que produce un infarto agudo de miocardio.
- Miocarditis y pericarditis: en un número pequeños de casos el virus puede causar inflamación directa del corazón o del pericardio (membrana que envuelve el corazón). Muchos pacientes pueden no notar esta afección, pero a veces se presenta con dolor de tórax, taquicardia y falta de aire. Con un ecocardiograma se puede observar que el corazón está agrandado e incluso con la función deprimida. Estas afecciones suelen revertirse y el corazón se puede recuperar. En otros casos el daño puede ser permanente.
- En algunos casos el corazón toma la forma de una vasija que asemeja un reloj de arena, con problemas en la motilidad de la punta del corazón. Este síndrome se reconoce con el nombre de Takotsubo (vasija con la que se capturan pulpos) y se presenta con relativa frecuencia en los pacientes que se internan por COVID-19. Muchas veces los síntomas y los cambios en el electrocardiograma semejan un infarto de miocardio y se debe realizar diagnóstico diferencial con el mismo. Este síndrome se produce ante situaciones extremas de estrés (lo cual se observa en la mayoría de las personas que se internan por COVID) y también podría relacionarse con afección del sistema de inervación intrínseco del corazón. En ocasiones estos cambios, como en la miocarditis, pueden revertirse totalmente.
- Por último todos los vasos del organismo pueden ser afectados en el endotelio y producir trombos. Estos últimos pueden producir trombosis venosa profunda, ataques cardíacos o cerebrales.