Diariamente, cientos de miles de vehículos particulares, de carga de mercancías e incluso tráileres y autobuses de pasajero ingresan por la Avenida Bicentenario y la Avenida Torreón Nuevo para finalmente «atorarse» en la Av. Guadalupe Victoria.
En tiempo real y en horas pico, el estimado para descender del puente que conecta Guadalupe Victoria con Torreón nuevo toma hasta 20 minutos, mientras que en periodos anteriores a la hora era cuestión de 3 minutos el mismo trayecto.
La avenida Bicentenario es otro de los puntos en donde el ingreso de los vehículos a la zona urbana de Morelia se sigue complicando con largas filas de vehículos que ya no encuentran otras vías alternas.
Los tráileres y autobuses complican el flujo en las glorietas que controlan el tránsito en ambas vialidades.
El exceso de dimensiones en las rutas que no fueron diseñadas para tales aforos genera diariamente conflictos entre los propios automovilistas.
La zona ha requerido constantes intenciones de bacheo para los auténticos socavones que dejó la temporada de lluvias y el incremento del aforo vehicular en la glorieta. No obstante, los esfuerzos no han bastado para garantizar las buenas condiciones de la vialidad ante el contexto de intervenciones de cuáles de la zona norte.
Fue el mes de julio pasado cuando la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) anunció el cierre de la entrada norte de la ciudad por la excavación en al menos tres puntos. El compromiso señaló que sería un plazo máximo de 4 semanas el que tomaría reabrir la zona del distribuidor vial.
Se estimaba que sería hasta la última semana del mes de agosto en que se podrá circular de nueva cuenta por la lateral en el sentido Tarímbaro- Periférico, así como por nuevo viaducto elevado de la Central Camionera-Tarímbaro tal como marcan los planos de construcción y los proyectos ejecutivos.
No obstante, 3 meses después el retraso en el compromiso de volver a circular sigue quedando pendiente, mientras que los habitantes de Fraccionamientos como Puertas del Sol, Metrópolis, Galaxia y otras colonias colindantes de Tarímbaro viven un “calvario” para ingresar y salir de la zona urbana.
La entrada norte fue considerada como una de las más importantes a nivel local por el paro diario de más de 300 mil vehículos, entre los cuales destacan los provenientes de Municipios conurbados como Álvaro Obregón, Cuitzeo, Copándaro, Tarímbaro e incluso de los estados colindantes del norte.
Desde hace semanas, vecinos denunciaron que desde hace al menos 3 meses han observado una “desaceleración” e incluso “paralización” del proceso de construcción que mantiene cerrado en su totalidad el tránsito en el sentido norte-sur en la avenida Morelos Norte de la zona urbana.
En términos económicos la afectación también ha sido importante. Las decenas de empresas familiares que radican en la avenida considerada como una de las principales arterias de Morelia, han caído en sus ventas en más del 50 por ciento, mientras que la amenaza de recortarles sus espacios de estacionamiento y de banquetas siguen pugna con la empresa constructora.
El último corte presentado en el mes de septiembre, trascendió que la obra ostenta un avance físico de casi el 80 por ciento, por lo que el 20 por ciento restante deberá estar listo antes del 30 de abril del 2022, señaló el secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, José Zavala Nolasco.
Sin embargo, desde el mes de septiembre fueron disminuyendo el número de trabajadores en el área, hasta que el 1 de octubre dejaron de verse trabajadores en la zona.
Zavala Nolasco informó que se reunirá con las empresas responsables para continuar la construcción de un viaducto elevado en tercer nivel, de 544 metros lineales, en el sentido que va desde la Terminal de Autobuses hacia la salida a Salamanca.
La empresa michoacana Cortes-Palma y la Contratista General de América Latina son las encargadas de la obra que contará con un paso deprimido con 4 carriles, de mil metros lineales, en el sentido Morelia- Salamanca, un túnel central en el deprimido, de 92 metros lineales, una vuelta izquierda deprimida hacia la Terminal de Autobuses, de 140 metros lineales, una vuelta izquierda deprimida hacia el Mercado de Abastos, de 120 metros lineales, dos estructuras tipo trenza, de 30 metros lineales cada una, para el intercambio de sentidos de circulación, calles laterales, drenaje pluvial y obras inducidas.
En esta obra la Federación invierte 445 millones de pesos y la administración de Silvano Aureoles aportó 50 millones de pesos adicionales.
Fue el 4 de febrero de este año cuando el entonces gobernador, Silvano Aureoles, dio el banderazo de arranque a la obra.
Desde entonces se iniciaron las obras, tanto de día como de noche, con varias cuadrillas de trabajadores en el área y cortes a la circulación.
NOTA 14