El coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, cobró venganza de los desdenes y desprecios del Presidente y su camarilla.
En la discusión sobre la militarización hasta el 2028, Monreal metió a López Obrador en un problema y luego le regaló un tanque de oxígeno.
Monreal cobró venganza de todas las que le han hecho: el Presidente ya no habla con él, ya no lo invita a desayunar, lo presiona, lo desdeña, le ha querido quitar poder en el Senado, no lo incluye en su lista de “corcholatas” a pesar de que sale tercero en las encuestas internas y más recientemente, ordenó que no fueran los secretarios del gabinete a la reunión plenaria que organizó.
Monreal se la cobró y metió al Presidente en un problema al encabezar en el Senado la oposición a la militarización de la seguridad pública con su abstención a la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa.
Y cuando en ese ánimo anti-militarista Morena no logró juntar los votos necesarios ni doblar a los suficientes opositores, Monreal lanzó un tanque de oxígeno a López Obrador: en lugar de que se votara ayer mismo (y se rechazara en definitiva) la pretensión obradorista de hipermilitarizar el país hasta el 2028, retiró los dictámenes, suspendió la votación y la pospuso para fecha por definir.
Con esto, le dio al Presidente oxígeno político, tiempo para que siga empleando el libro de los trucos sucios con tal de doblar a sus rivales, uno a uno, hasta alcanzar los 11 votos que le faltaban.
Ayer tenía unos 8. Así que desde hoy y hasta que se vuelva a votar, el Presidente y su equipo podrán seguir negociando, convenciendo, extorsionando, comprando voluntades, en medio de un ambiente crispado por las malas formas del obradorato y manchado por los intereses de la sucesión presidencial.
A ver quiénes se dejan cooptar después del resultado de ayer. Les saldrá políticamente carísimo.
Para dos corcholatas, el desenlace de la no-votación los deja en peor posición frente al que toma la decisión de la candidatura morenista: a Monreal lo ha de detestar más el Presidente y Adán Augusto fracasó en su intento de conseguirle los votos al costo que fuera.
SACIAMORBOS
1.- ¿Sabrá AMLO que su nuevo senador estuvo salpicado en los “moches” del Pacto por México, que tanto ha criticado? ¿Sabrá que el empresario con el que ha hecho mancuerna el senador está ahora en el pastel del Tren Maya? Seguro sí sabe… pero se hace. O a lo mejor ya cambió de opinión.
2.- Cuentan que pronto dejará la dirección general de Pemex Octavio Romero Oropeza, para buscar la candidatura de Morena al Gobierno de Tabasco. En los pasillos de Palacio Nacional dicen que el Presidente le ofreció la posición a Claudia Sheinbaum, para que no le falte financiamiento a la campaña. Pero que Adán Augusto se cruzó, y hoy ambas “corcholatas” se jalonean por la que ha sido una histórica “caja chica”.
Carlos Loret de Mola A.
carlosloret@yahoo.com.mx