Los efectos secundarios más comunes en este grupo de población son los mismos que en adultos: dolor e hinchazón en el lugar de la inyección, sensación de cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, agrandamiento de los ganglios linfáticos, escalofríos, náuseas, vómitos y fiebre, los cuales “suelen ser leves o moderados y mejoran a los pocos días de la vacunación”, dijo la agencia.

La EMA reconoció que es probable que no se hayan detectado nuevos efectos secundarios en personas de entre 12 y 17 años “debido al número limitado de niños y adolescentes incluidos en el estudio.

No obstante, aseguró que los beneficios de la vacuna de Moderna para este grupo de población “superan los riesgos, en particular en aquellos con afecciones que aumentan el riesgo de COVID-19 grave.