La divisa mexicana arranca la semana con una depreciación de 1.51%, ubicándose en los $20.74 por dólar ante la percepción del riesgo.
La percepción del riesgo sobre el país en el mercado cambiario sigue aumentando por las políticas energéticas de la 4T, como lo refleja el tipo de cambio. En la víspera de que se continúe su discusión en el Congreso, el peso se ubicó en los 20.74 pesos por dólar al arranque de esta jornada de lunes, que es una depreciación de 1.51% frente a la jornada anterior.
Se trata del peor momento para la divisa mexicana en los últimos tres meses, ante la fortaleza que ha tomado el dólar ante otras divisas, debido a la expectativa de los nuevos estímulos fiscales en Estados unidos. No obstante, en la canasta de divisas, el peso resulta el más afectado.
En ese sentido, la analista Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, resalta que los shocks internos están afectando a la moneda ante el avance de la iniciativa del Ejecutivo para reformar el sistema eléctrico.
El viernes pasado, la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen y se prevé que mañana martes sea discutida y sometida a discusión. De ser aprobada, pasaría a la cancha de los senadores, de tal forma de que cumpla con los tiempos y de que, en su caso, pueda ser publicada en abril.
La iniciativa, que fue enviada con carácter preferente, ha sido duramente criticada por el sector privado, acusando que en este interés del gobierno por fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo único que se logrará será generar un monopolio; por su parte, la 4T argumenta que el gobierno anterior, con la reforma energética, solo buscó privatizar las empresas estatales del sector e hizo «negocios jugosos que solo beneficiaron a privados».
El argumento es rechazado desde el sector empresarial. En un análisis realizado por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), defendieron la reforma, afirmando que ésta respeta la existencia de la CFE al asignarle un papel central en el nuevo sistema que, efectivamente, permite la entrada de participantes privados.
En ese sentido, los especialistas señalan que la aprobación de la reforma «traerá consigo mayores precios de la electricidad o más deuda pública, cuya carga al final cae inexorablemente sobre los contribuyentes e implicará serios riesgos para el país».
No es la primera vez que los mercados han mostrado reacciones vinculadas a las decisiones energéticas de este gobierno. En el pasado también repercutieron las políticas de Rocío Nahle para reducir la vigencia en permisos de importación de combustibles, sin embargo, la medida fue frenada de momento por un juez ante el amparo de empresas privadas.