lgo tienen las señoras y los señores del PT con el personal de salud de este país que están obsesionados en acabar con ellos tal y como lo demuestran sus “spots” rumbo a las elecciones de este verano.
Ya en otra de mis columnas dominicales analizamos juntos su “anuncio” de los aplausos. ¿Se acuerda? Hoy le toca a otro que es todavía peor.
Sí, en el “negocio” de la comunicación política siempre se pueden hacer cosas peores. Y es que, en esta ocasión, no sólo están desprestigiando a nuestros médicos, están dejando ver cosas todavía más delicadas.
¿Como cuáles? Como el odio que sienten por la gente que sale adelante, por el ascenso social, por el progreso. Le ruego que repase con mucha atención el siguiente “comercial”.
Es aberrante.
¿Qué es lo que vemos? Una de las imágenes más sagradas dentro del imaginario colectivo de los mexicanos: una mujer embarazada.
Está en consulta con su ginecóloga y la acompaña un señor que asumimos que es el papá del hijo que está esperando.
La protagonista de esta historia está genuinamente emocionada. Le están haciendo un ultrasonido.
Desde que comienza el video, la ginecóloga está jetona. La mujer embarazada debe de ser muy estúpida porque cualquier ser humano que permite que en una situación tan delicada lo traten mal, lo primero que debe hacer es protestar, exigir respeto, poner una queja.
Ya desde ahí tenemos a alguien que nos está diciendo: nuestro personal de salud es malo, tú eres un agachado y eso es lo normal.
La futura mamá pregunta: “Entonces, ¿qué va a ser, doctora?” La ginecóloga primero pone una cara como si fuera a anunciar algo espantoso.
Los papás que, insisto, deben ser muy tontos, ni se inmutan.
Inmediatamente la doctora pone la más burlona de sus sonrisas, mira a la mujer embarazada con un odio hiriente y con una arrogancia insólita señala: “Pues igual que ustedes”.
https://youtu.be/U7ocv0vmMoI
Si a usted o a mí nos hicieran eso en un ultrasonido, no me quiero ni imaginar lo que le diríamos a la ginecóloga.
Nadie merece que lo traten así. Nadie.
La mamá preguntó bien, preguntó por el sexo de su bebé.
“Pues igual que ustedes” no es algo que responda eso.
Es una agresión directa.
Esa doctora merece que la castiguen ya con todo el rigor de la ley. Punto.
No, pero espérese. Viene lo más escandaloso de esto. La ginecóloga remata: “Pues igual que ustedes. ¡Pobre!” ¡Me muero! No sé qué se me hace más peligroso, si la indiferencia de los papás a semejante ofensa o que la doctora se atreva a maltratar así a sus pacientes.
Fíjese todo lo que hay detrás de esto: ¿Pobre es un insulto? ¿Está mal ser pobre? ¿Qué es peor, ser pobre o estar lleno de odio como dice este “spot” que está nuestro personal de salud?
¿Por qué si decirle pobre a alguien es un acto de violencia verbal, Andrés Manuel López Obrador se la pasa hablando de ellos?
¿Por qué si el PT nos gobierna, como se supone que lo hace porque gracias a su alianza con Morena obtuvo la Presidencia de la República, se atreve a atacar a nuestros políticos actuales por tenernos tan pobres?
¿Sus dirigentes no se dan cuenta de que se están atacando a ellos mismos?
¿Sus dirigentes no se dan cuenta de que ellos son los que tienen a los mexicanos tan pobres?
¡Bueno! Yo aquí puedo estar todo el día nada más con esta parte, pero el “spot” sigue y se hunde todavía más.
Ahora vemos al papá de rodillas frente a la mujer embarazada hablándole al vientre de ésta como si no hubiera pasado nada.
Alguien tan dejado como este señor, sí merece que le vaya mal.
En esto entra la voz de un locutor afirmando: “Durante años, desde antes que naciéramos, nuestro futuro ya estaba escrito”.
¡Sopas! ¡Ahora sí se volaron la barda! ¡Poderes superiores manejan el destino de los mexicanos!
¿Qué tiene que ver esto con las elecciones? ¡Es como anuncio de secta! No, no, no, pero quiero que analice lo que viene a continuación.
El locutor remata: “En el PT seguimos luchando por un México donde existan más posibilidades y donde todos podamos escribir nuestro propio futuro”.
“Seguimos luchando” no significa que estén haciendo algo. ¡Mal! ¿“Donde existan más posibilidades” de qué? Estábamos con el maltrato, con el personal de salud, con la maternidad, con la pobreza.
¡Recontra-mal! “Donde todos podamos escribir nuestro propio futuro”.
¿Qué significa esto? ¿Qué resuelve? ¿Qué responde? ¿A quién están insultando peor, a la mamá y al papá de esta historia o a las audiencias que la están mirando? Por si todo lo que le acabo de decir no fuera suficiente, adivine lo que le dice el papá a su hijo nonato a través del vientre de su madre: “Tú, cuando seas grande, vas a ser lo que tú quieras”.
¿Por qué, si el tema de este “spot” es la pobreza, el señor no le dice “tú vas a ser rico”? Eso sería lo más lógico, ¿no? ¿Sabe por qué? Es muy claro, porque el PT odia a los ricos.
Ser rico está mal.
Y si ser pobre está mal, y ser rico, también.
¿Entonces? ¡Entonces los irresponsables creadores de esta cochinada se van por el camino de lo abstracto, del “escribe tu propio destino”, como para taparle el ojo al macho, como para no hacer más evidentes sus rencores! Decirle a un bebé nonato “Tú, cuando seas grande, vas a ser lo que tú quieras” es decirle: se vale que seas asesino, que seas narcotraficante, que seas secuestrador.
Se vale que te dejes cuando vayas con el médico y te falten al respeto.
Se vale. Como si fuera un chiste, por último, la voz del locutor cierra este “bonito” ejercicio de televisión didáctica con la frase: “¡El PT está de tu lado!” ¿De tu lado? ¿Del lado de la ginecóloga grosera? ¿Del lado de los papás dejados? ¿Del lado de las autoridades que nos mantienen en la pobreza? ¿Del lado de la gente que odia a los que avanzan? Así no se puede.
Urge hacer algo con el tema de los “spots” electorales en este país.
¿O usted qué opina?