Después de tres años de tratamiento, mucho esfuerzo y complicaciones que tuvo durante la evolución de su tratamiento, Johan, de cinco años de edad, logró vencer, con el apoyo de especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), una de las leucemias más agresivas y tocó la “campana de la vida” que simboliza la victoria sobre la enfermedad.
A la edad de 2 años, Johan llegó en condiciones graves al Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
En esta Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) el diagnóstico fue Leucemia Linfoblástica Aguda, padecimiento más frecuente de la infancia que es causado por producción anormal de glóbulos blancos inmaduros en la médula ósea que ocasiona que no se produzcan adecuadamente todas las células de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas).
Otros signos de alerta de esta enfermedad son: dolor en huesos, ganglios inflamados, falta de apetito, pérdida de peso, fiebre y dolor abdominal.
Al respecto, Judith, madre de Johan, señaló que “tener un pequeñito con cáncer es una situación muy complicada para ellos, para la familia, para los amigos; es una búsqueda para encontrar un poco de paz y de ayuda”.
Jonathan, padre del menor, recordó que cuando llegaron al hospital por primera vez no sabían a lo que se iban a enfrentar. “La palabra cáncer está muy ligada a muerte, a un desenlace trágico, pero afortunadamente fue diferente y todo salió bien”.
Por su parte, María de Lourdes Gutiérrez Rivera, médica oncóloga pediatra de la UMAE, destacó que todos los días se vive una intensa lucha, donde se está todo el tiempo al borde de la vida con muchos riesgos, esfuerzos, con buenas y malas noticias.
Indicó que es un momento de gran alegría cuando un paciente toca la “campana de la vida” como símbolo de haber finalizado con éxito el tratamiento de quimioterapia para iniciar la etapa de vigilancia.
“A pesar de todas las dificultades que hemos vivido como sociedad, creo que lo más importante es que podemos seguir avanzando” de manera conjunta pacientes, familia y cuerpo médico para hacer frente a estos padecimientos, indicó la especialista.
El 3 de septiembre de 2020, el IMSS inició una estrategia de seguimiento a pacientes pediátricos oncológicos a partir del acompañamiento de los casos expuestos por las madres y padres de los menores.
En cinco meses de trabajo conjunto se han realizado 21 reuniones con avances para mejorar el estado de salud y la sobrevida de los pacientes. Entre algunos logros destacan la creación de la Coordinación Nacional de Oncología “Casa de la Niña y el Niño con Cáncer”, a fin de homologar las prácticas clínicas que permitan brindar atención de calidad para mejorar la sobrevida de los pacientes oncológicos.
Además, la habilitación de una Plataforma digital para monitorear el otorgamiento oportuno de tratamientos para los menores con la enfermedad; licencias a madres o padres trabajadores asegurados al IMSS con hijos menores de hasta 16 años diagnosticados por el Instituto con cáncer de cualquier tipo, entre otros.