El magnate se reunió con Fernández en Polanco. Elogió el manejo de la pandemia en Argentina y eludió el congelamiento de tarifas telefónicas.
Carlos Slim, el hombre más rico de México, sostuvo este martes un encuentro reservado con Alberto Fernández. La reunión tuvo lugar en un hotel en la exclusiva zona de Polanco y durante el mismo Slim envió señales de amistad para el gobierno argentino, aunque dejó en claro que quiere un lugar en el suculento negocio de la obra pública.
Según pudo saber LPO México de fuentes al tanto de lo conversado, Slim elogió el manejo de la pandemia que realizó Argentina así como las políticas de apoyo a los sectores vulnerables, entre las que se incluye la regulación de los precios de telecomunicaciones, algo que toca a Slim que es dueño de Claro en Argentina.
Slim en privado suele decir, como también se lo decía a Mauricio Macri, que él siempre está a favor de que las telecomunicaciones sean accesibles en grupos vulnerables de la sociedad. Ante Fernández replicó conceptos similares. En 2020 el Gobierno argentino congeló los precios de los servicios de internet y telefonía.
Claro opera prácticamente el 30% del mercado de telefonía móvil en Argentina y Slim recurrentemente analiza la posibilidad de incursionar en el negocio de la TV satelital que hoy por hoy en Argentina es un monopolio en manos de Direct TV.
Slim llegó acompañado al encuentro por su hijo Carlos Slim Domit, que es quien supervisa el día a día de su división de telecomunicaciones.
Semanas atrás Slim Domit señaló ante inversores, al presentar reportes financieros, que la prioridad en Sudamérica para su compañía está en Brasil y Chile.
Slim Domit iba a participar en realidad en la reunión de ayer lunes con empresarios pero a último minuto fue reemplazado por Carlos Jarques, que es el hombre de Slim para todo lo referido a construcción e infraestructura. Según allegados a Fernández, Slim deslizó la posibilidad de participar en ese ramo de la economía en Argentina.
Slim tiene varias empresas en el rubro de la construcción con fuerte despliegue en México y Latinoamérica a través del grupo Carso, pero también en España con la constructora FCC que compró tiempo atrás. Apenas asumió López Obrador, chocó con el presidente porque dio de baja el megaproyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, en el que Slim se había quedado con la parte del león del negocio financiero y de construcción. Pero luego las relaciones mejoraron.
Al terminar el encuentro Slim fue abordado por la prensa y dijo que la situación económica de Argenitna era compleja pero que «hay que tener paciencia».