En sus años de esplendor durante las décadas de los años 70 y 80 fue el narcotraficante más poderoso de México, dueño de las principales rutas de comercio de droga en la mitad del país y Centroamérica.
Fue también el primer mexicano en exportar cocaína a gran escala a Estados Unidos a través de territorio mexicano, algo que cambió la operación de los traficantes mexicanos que sólo comerciaban con marihuana y amapola.
Se trata de Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como «El Padrino» o «El Jefe de Jefes», detenido en 1989 como parte de la investigación por el asesinato del agente de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique Camarena Salazar.
Hace más de 30 años, Félix Gallardo tuvo bajo su mando a narcotraficantes como Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”; Héctor Luis “El Güero” Palma Salazar, y los hermanos Arellano Félix.
Oficialmente fue acusado de acopio de armas, delitos contra la salud y homicidio.
A sus 75 años está casi ciego, sordo, discapacitado y la negativa de las autoridades de permitirle cumplir en resto de su condena en prisión domiciliaria le garantiza que dejará la cárcel cuando cumpla 110 años de edad.
El gobierno de Estados Unidos acusó al “Jefe de jefes” y a otros dos narcotraficantes mexicanos de haber participado en el secuestro, tortura y asesinato de Camarena Salazar, quien logró infiltrarse en el cártel para obtener información sobre el tráfico de drogas y al ser descubierto fue asesinado.
Félix Gallardo es el único que permanece encarcelado. En agosto de 2013, un Tribunal Colegiado ordenó la libertad de Rafael Caro Quintero, al considerar que había sido sentenciado por otro tribunal al que no le correspondía. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) revirtió la decisión y desde entonces es buscado por los gobierno de México y Estados Unidos.
Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”, quien también está condenado a 40 años de cárcel, cumple prisión domiciliaria desde julio de 2016, debido a su estado de salud.