El oportunismo político y los desvíos de recursos han desvirtuado los intentos de recuperación de la cuenca del lago de Pátzcuaro, aseguró el Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), integrado por 60 autoridades comunales purépechas.
“Cada tres o seis años, cuando se acercan elecciones, surgen por todos lados ‘ambientalistas’ que presentan propuestas para el rescate de este embalse emblemático del país, pero todo queda en buenos deseos o en proyectos y programas inconclusos”, declaró Pável Guzmán, coordinador de la organización indígena.
Estudios de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo apuntan que se destinaron casi 5 mil millones de pesos en los últimos 15 años al rescate de la cuenca; sin embargo, la falta de coordinación entre órdenes de gobierno y la corrupción han frustrado los programas.
“De 1934 a la fecha se han realizado más de 2 mil 300 estudios y proyectos de rescate del lago sin resultados cualitativos; sólo ha sido la bandera política de gobiernos federales, estatales y municipales. Pero lo más grave es que 79 por ciento de los habitantes de los municipios ribereños de Pátzcuaro, Erongarícuaro, Quiroga y Tzintzuntzan viven en pobreza y 40 por ciento en pobreza extrema, según datos intermedios del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) de 2015”, acotó Guzmán.
El lago de Pátzcuaro, ubicado 63 kilómetros al oeste de Morelia, muere poco a poco. Cada año pierde un kilómetro cuadrado; su superficie es hoy de 120 kilómetros cuadrados y la cuenca abarca 930.
El deterioro ambiental de la región se debe a deforestación resultado de tala inmoderada, cambio de uso de suelo para sembrar aguacate y otras actividades agropecuarias, así como a plagas e incendios forestales. En los últimos 17 años se han perdido más de 15 mil hectáreas de bosque, de acuerdo con autoridades ambientales michoacanas.
Se calcula que 85 por ciento de los suelos está erosionado en alguna medida; la profundidad del agua se ha reducido más de 2.5 metros y en algunas partes el lago no alcanza ni un metro de altura.
Falta infraestructura para sanear el cuerpo de agua, contaminado e invadido de sedimentos y vegetación acuática. Las plantas tratadoras de las poblaciones ribereñas no logran limpiar ni 20 por ciento del líquido residual.
Otros estudios indican que el 30 por ciento de la basura en la zona no se recolecta; por ello, cuatro especies acuáticas, incluido el pez blanco, están en riesgo de extinción, lo mismo que unas 30 especies vegetales terrestres. El deterioro del lago ha reducido en una sexta parte la pesca de trucha, carpa y mojarra.
El coordinador del CSIM dijo que es urgente instalar una mesa de trabajo entre representantes comunales de la zona ribereña de Pátzcuaro y los tres niveles de gobierno.