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Funcionarios del Ayuntamiento de Morelia se le presento el Síndrome del poder de las elecciones en Michoacán

El «Síndrome de Hubris» es un trastorno que se caracteriza por generar un ego desmedido, un enfoque personal exagerado, aparición de excentricidades y deprecio hacia las opiniones de los demás.

Y  es un trastorno que actualmente están padeciendo principalmente el Presidente, Regidores y funcionarios  del Ayuntamiento de Morelia

Las personas que padecen este síndrome tienen las características de ser personas soberbias, arrogantes, egocéntricas, temerarias, megalómanas, orgullosas, narcisistas, impulsivas y con un toque de locura o esquizofrenia.

 

Estos personajes se distinguen también por realizar obras faraónicas que los destaquen; ordenan realizar monumentos, estatuas, murales y cuadros que lleven su imagen para quedar inmortalizados.

Son individuos que se creen dioses y que todo lo que hacen es correcto y perfecto, difícilmente admiten sus errores y culpas, consideran a sus críticos como sus verdaderos enemigos y los tratan como tales.

En Morelia, en su pasado y en su presente, se localizan personajes con este Síndrome del Poder o Síndrome Hubris.

Con razón se dice que el Poder a los inteligentes los vuelve tontos y a los no-inteligentes los vuelve locos.

Lo preocupante es que a ciertas personas suspirantes a ocupar algún puesto de elección popular ya han sido presas de este Síndrome.

Solo basta con observar el actuar de los y las candidatos para darnos cuenta que ya tenemos a nuestros representantes del Síndrome de Hubris.

El Poder afecta de cierta manera a todos los que lo ejercen; las personas que tienen Poder caen en una especie de esquizofrenia, evaden la realidad y como que se trasladan a otro planeta; no se ubican en el tiempo y espacio en que viven, lo que provoca que tomen decisiones erróneas que afectan obviamente a sus gobernados.

Imagínense  a presidente Municipal, Regidores esta actitud esquizofrénica desde que se es candidato o candidata a un puesto de elección popular, ya sea a la gubernatura, al ayuntamiento o simplemente a una diputación.

Esta enfermedad se considera pasajera, sobre todo en las personas que buscan o ya tienen el Poder Político; y se dice que dichas personas padecen el Síndrome mientras buscan o ya se encuentran encumbrados en el Poder; más al dejar éste, vuelven a vivir su realidad y pasan a ser personas “ordinarias” que, desde luego, no encuentran un espacio amable en donde vivir y convivir, ya que el rechazo social es muy fuerte a su persona.

Los actuales candidatos deben de sobreponerse al Síndrome Hubris porque si desde este momento son presa del mismo, ¿Cómo será el ejercicio del Poder?

Sin lugar a dudas de que, si salen triunfantes de los comicios electorales, su gobierno será un gobierno despótico, de ocurrencias.

Y Michoacán ya no aguanta a otro gobierno despótico y de ocurrencias.    En fin

EFRÉN DOMINGUEZ WHITE

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