Cofepris dejó fuera a las firmas mexicanas. Lss quejas de Novelo contra el subsecretario.
El sector de los laboratorios mexicanos vuelve a poner en la mira a Hugo López-Gatell, ahora por el proceso de envasado de la vacuna china CanSino. La queja general, y por lo bajo, es que la Cofepris le impidió a las empresas nacionales participar de ese negocio que finalmente quedó para una firma mediana de Querétaro, Drugmex, cuyos principales accionistas son argentinos.
La vacuna china no se ha aprobado en otros países de la región, requiere solo una dosis y se conserva con más facilidad que las vacunas de Pfizer o incluso que AstraZeneca.
Cuando las empresas mexicanos aplicaron para participar del envasado se llevaron decenas de observaciones en contra por parte de Cofepris. En cambio, Drugmex avanzó a gran velocidad a pesar de ser un empresa relativamente pequeña.
Esta semana Gatell ratificó su dominio en la Secretaría de Salud con la designación de Alejandro Svarch en Cofepris. Svarch era alumno de Jorge Alcocer y fue enviado por el secretario al Insabi. Desde allí se congració con Gatell quien ahora lo ubicó en Cofepris en reemplazo de José Alonso Novelo, que por cierto, no quería dejar el cargo y por estos días se encuentra en Yucatán, donde anima largas tertulias en las que se denosta al subsecretario.
Svarch tiene además el elemento adicional que formó parte del equipo de médicos que atendió a Andrés Manuel López Obrador cuando este se infectó de Covid-19.