Mientras que el uso lúdico de la cannabis va por buen rumbo, en los centros de salud, hospitales y espacios de salud pública no hay vacunas para combatir la tuberculosis, difteria y tétanos
Vaya momento que estamos viviendo en el país. Todo parece indicar que la despenalización del uso lúdico de la cannabis va que vuela, autoridades como Cofepris se encargarán de supervisar el uso de esta planta y sus derivados; mientras que del otro lado de la moneda, en los centros de salud, hospitales y espacios de salud pública no hay vacunas para combatir la tuberculosis, difteria y tétanos.
La semana pasada, en este mismo espacio, le informé que ya cumplimos medio año y hay desabasto de vacunas. No hay dosis en el sector público para combatir la enfermedad infecciosa más mortífera en el mundo y que no es la COVID-19, es la tuberculosis, ni tampoco desde octubre del año pasado hay antígenos contra tétanos y para difteria es como encontrar una aguja en un pajar.
El interés político está en aprobar el negocio de la marihuana en el país para disminuir presuntamente los índices de violencia, en este tema también están ocupadas las máximas autoridades de salud: la Cofepris de Alejandro Svarch Pérez y la Secretaría de Salud a cargo de Jorge Alcocer Varela.
Mientras que las vacunas contra la tuberculosis, mejor conocida como la BCG, todo parece indicar que el retraso en los anaqueles se debe a que en junio del año pasado la Secretaría de la Función Pública de Irma Eréndira Sandoval Ballesteros inhabilitó por dos años y tres meses a Laboratorios Imperiales Pharma, la única farmacéutica autorizada por Cofepris para fabricar Tuvax.