Yeyo Pimentel dejó de lado la retórica, el triunfalismo y más enfocado, sostuvo que la victoria en Michoacán se tiene que construir desde abajo, en la calle, puerta por puerta, mano a mano. “Morena no trae la victoria en la bolsa, aunque todos los estudios nos dan el triunfo. Y no es soberbia”, aclaró.
El ex dirigente manifestó que el partido se mueve, está activo, abajo, sin lo espectacular ni lo mediático.
De hecho, se manifestó por motivar el espíritu que dio vida a Morena y mantener la esencia del movimiento, no del partido político, el que se burocratiza y anquilosa con el paso del tiempo. De cara al tiempo de las definiciones, Yeyo Pimentel prevé que a mediados de diciembre, o antes, Morena tendrá al candidato a gobernador.
“La puerta nos está apretando los dedos”, hace la analogía a lo acelerado de los tiempos, al ímpetu de los contendientes, al frenesí traducido en guerra sucia.
Fiel a los postulados de Andrés Manuel López Obrador y de la 4T, Yeyo Pimentel puso en perspectiva la política de alianzas de Morena hacia el 2021.
Aseguró que no habrá cobro de factura del Partido del Trabajo por la épica votación que dejó fuera al PT de la Presidencia de la Mesa Directiva en San Lázaro.
Afirmó que hay interlocución buena, permanente con Reginaldo y Huacus, los mandamases petistas en Michoacán.
Según el ex dirigente, entre el PT y Morena aflora y se mantiene una coincidencia de eje en torno al nuevo proyecto de nación que empuja la 4T.
Así, que la alianza es sostenible, adelantó, aunque en el caso del Partido Verde, la da por descontada.
Y como ejemplo, lanzó el caso San Luis Potosí, donde la defensa de la militancia impidió un atropello con un candidato de rojo antecedente.
Yeyo Pimentel analizó que las alianzas ayudan, porque permiten crecer, pero también replica que el ir solo tiene sus ventajas, pues echas mano de tus cuadros y postulas candidatos comprometidos al 100 con el proyecto.
Aseveró que tras casi dos años de crisis, la elección de Mario Delgado alentó aires de institucionalidad partidista, el regreso de la calma.
Aún así, no descarta que la convocatoria para las candidaturas pueda desatar nuevamente los demonios, de ahí la necesidad de fortalecer los acuerdos internos.