Cinco integrantes del Cabildo de Penjamillo, tuvieron que abandonar el municipio luego de ser víctimas de amenazas y golpes, por hombres armados presuntamente enviados por la alcaldesa Xóchitl Kareli Del Río Carranza.
La alcaldesa arribó a la presidencia municipal luego de que el Congreso del Estado la designara al cargo el 30 de septiembre de 2021, tras la desaparición del candidato ganador en la contienda de ese año, Gilberto Mejía Salgado.
Las integrantes del Cabildo solicitaron omitir sus nombres, al hacer público este día, la violencia de la que fueron objeto dos regidoras y sus familias la noche del 20 de septiembre pasado, luego de realizarse una sesión de Cabildo en la que votaron en contra de la propuesta de Ley de Ingresos Municipal para 2023, propuesta por la alcaldesa, y cuestionar irregularidades financieras dentro del ayuntamiento.
Ese mismo día desapareció el director de Obras Públicas del Municipio, Valentín Duarte Rivas, de quien hasta el momento se desconoce su paradero. La última vez que se le vio fue al salir del ayuntamiento.
A los domicilios de dos regidoras, ese día por la noche arribó en dos camionetas, un grupo de 15 hombres encapuchados, quienes las sometieron junto a sus familias, les taparon la cara, les pegaron en la cabeza –a una de ellas con un bate-, les propinaron patadas y cinturonazos.
Durante las golpizas, ambas regidoras fueron advertidas de que tenían que acatar las instrucciones de la alcaldesa Xóchitl Del Río, porque ella es la que manda en el municipio.
A ambas les fueron robados sus celulares y aparatos en los que acostumbraban grabar las sesiones de Cabildo, así como libretas en las que llevaban apuntes.
Con anterioridad una de las regidoras ya había sido objeto de amenazas, lo que derivó en temor de represalias mayores: “le vengo a decir que le baje de huevos, que se deje de chingaderas y se deje de tantas mamadas, porque aquí la que manda y la que decide es la presidenta. ¿Usted sabe para qué empresa trabaja?, ¿usted sabe quién la protege a ella?; solamente le vengo a dar una invitación, ¿entendió?, ¿entendió la invitación?, para que se ponga a trabajar y déjese de andar haciendo algo en contra de ella”.
Frente a lo ocurrido, ambas regidoras junto con tres integrantes más del Cabildo, abandonaron el municipio y acudieron a presentar denuncia ante la Fiscalía General del Estado, en donde fueron víctimas de violencia institucional, no sólo porque de entrada se les dijo que su caso no era para una denuncia sino para una queja ante la Comisión de Derechos.
Sin protección e intentando lograr asilo político fuera de México, las integrantes de Cabildo no han encontrado respuesta efectiva de parte del Gobierno del Estado, la Fiscalía y la Comisión de Derechos Humanos, por lo que determinaron hacer público su caso pues temen por sus vidas y las de sus familiares.
