El primer ministro interino de Haití, Claude Joseph, declaró el estado de sitio en el país tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
Joseph hizo el anuncio en una declaración televisada, rodeado del director de la Policía Nacional, Leon Charles, y otras autoridades, después de presidir un Consejo de Ministros extraordinario, en el que aseguró “se han tomado todas las medidas para asegurar la continuidad del Estado”.
“Pido a todas las fuerzas vivas de la nación acompañarnos en la batalla, a acompañarnos en la continuidad del Estado”, dijo el jefe de Gobierno.
Reiteró que la situación de seguridad del país está “bajo control” por parte de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas y pidió a la población que mantenga la calma.
Asimismo, aseguró que los autores del asesinato de Jovenel Moïse serán llevados a la Justicia y expresó su simpatía con la familia, amigos y aliados del presidente Moïse, a quien describió como un hombre “muy valiente”.
Moïse fue asesinado por hombres armados no identificados que asaltaron de madrugada su residencia y que, según Joseph, hablaban en inglés y en español.
En el ataque también resultó gravemente herida la primera dama, Martine Moïse, quien recibe atenciones médicas en un hospital.
Las calles de Puerto Príncipe se mantienen en calma, prácticamente vacías, tras el magnicidio, y la Policía controla los accesos al barrio de Pelerin, donde se encuentra la residencia de Moïse.
El asesinato coincidió con una ola de violencia de pandillas en Puerto Príncipe, en la que grupos armados se han enfrentado con la policía y entre ellos por el control de las calles en los últimos meses, convirtiendo muchos distritos de la capital en zonas prohibidas.
Con Haití políticamente dividido y frente a una creciente crisis humanitaria y escasez de alimentos se teme un desorden generalizado. República Dominicana dijo que estaba cerrando la frontera que comparte con Haití en la isla La Española.