Morelia, Michoacán., a 19 de marzo de 2024.- El Partido del Trabajo (PT) en Michoacán se enfrenta a un panorama político marcado por la falta de renovación y la escasa apertura a nuevos liderazgos.
Con más de 15 años en el poder, el actual dirigente, Regionaldo Sandoval Flores, ha mantenido un férreo control sobre la estructura del partido, impidiendo la llegada de sangre fresca a la dirigencia estatal.
Las tensiones internas han llegado incluso al Congreso del Estado. Inicialmente, Gabriela Cázares Blanco asumió la curul de Mayoría Relativa, pero los conflictos por el espacio se intensificaron cuando Brenda Fabiola Fraga Gutiérrez, entonces titular de la Secretaría del Migrante, renunció con la intención de desplazar a su suplente.
Este enfrentamiento ha dejado al descubierto las luchas internas y el fuego amigo dentro del partido.
Además, se han revelado irregularidades y opacidad en los Centros de Desarrollo Infantil (CENDI), programas respaldados por el dirigente del PT y su esposa, María Auxilio Flores García.
A pesar de recibir importantes fondos para financiar estos centros, cercanos a los 48 millones 627 mil pesos, se han suscitado acusaciones de desvío de recursos hacia cuentas partidistas.
El PT ha mantenido su relevancia política aliándose con partidos de mayor peso en cada proceso electoral, buscando asegurar su supervivencia y conquistar el voto.
Sin embargo, estas prácticas de consolidación de poder podrían estar obstaculizando el surgimiento de nuevos liderazgos y la transparencia en la gestión pública en Michoacán.
Dicen las malas lenguas que el eterno dueño en Michoacán del Partido del Trabajo Reginaldo Sandoval está planeando la manera de chantajear a los morenistas de la entidad y así lograr varias candidaturas a pesar de que su partido político poco o nada ya le aporta a la alianza que tienen con Morena y el Verde Ecologista de México.