Alfonso Romo fue amortiguador entre los empresarios y el gobierno. Si la 4-T quiere que el país salga del fondo del pozo, es fundamental la inversión privada.
A través de tres tuits, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer la salida de Alfonso Romo de la coordinación de la Oficina de la Presidencia de la República, que quiso alivianar diciendo que era un plazo que habían pactado, dos años que ya se cumplieron, que fue el primer empresario que lo apoyó y que seguirá siendo su enlace con el sector empresarial.
Esta es la primera vez que da una explicación de la renuncia de algún colaborador, las otras han sido, casi todas, respondidas con una crítica o reproche.
Así ocurrió cuando Germán Martínez renunció, a la dirección del IMSS, el 21 de mayo del año pasado con una dura carta crítica al sistema médico; con Carlos Urzúa de Hacienda, el 9 de julio de 2019, al que le reprochó su vertiente neoliberal; con Javier Jiménez Espriú a la SCT, el pasado 23 de julio, por su desacuerdo con la entrega de puertos a la Marina; con Víctor Toledo a la Semarnat, el 2 de septiembre, por diferencias con el gabinete y el mismo Presidente, y con Jaime Cárdenas al Instituto para Devolver al Pueblo Robado, el 1 de octubre, quien denunció los actos de corrupción y le reviró que no resistió la presión.
Ahora fueron otras las formas. Pero si con el cargo era limitado el campo de acción de Romo, ahora sin él será un ajeno al gobierno y sin interlocución real.
Él fue amortiguador entre los empresarios y el gobierno, que no necesariamente el Presidente, y su discurso público iba por un lado, la necesidad de la inversión privada en todos los campos, y la realidad oficial por otro.
Romo ya se fue, pero si la 4-T quiere que el país salga del fondo del pozo y empiece a crecer, es fundamental la inversión privada, como sostenía.
Porque solos no pueden.
Alguna vez Florestán dijo que en este gobierno cuando formabas parte de él no estabas seguro, pero cuando te sacaban no te dejaba ninguna duda.
Y es el caso.
RETALES
- DOBLEZ. El Presidente dice que no usa cubrebocas porque Jorge Alcocer y Hugo López-Gatell, sus médicos, le dicen que a ciencia cierta no está comprobada su eficacia ante el contagio. No lo usan delante de él, pero a solas se la ponen, como se documentó ayer cuando el titular de Salud firmó el contrato de vacunas Pfizer en su oficina y estaba con cubrebocas;
- MUERTOS. El Gobierno Federal, a través del IMSS de Zoé Robledo, pagará 11 mil 500 pesos a los deudos de cada muerto por COVID-19. Al corte de anoche sumaban 107 mil 565, por lo que la indemnización a día de hoy representa mil millones 236 mil 998 pesos, más lo que se sume. No se informó de qué fondo saldrían esos millones; y
- RESCATE. Max Cortázar, primer jefe de comunicación del presidente Felipe Calderón y luego de Rafael Moreno Valle, fue fichado por el gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca, lo que es una señal, o varias en una.