En las calles y avenidas se expresa la festividad en un día atípico, donde el amor se celebra en casa
La pandemia del Covid-19 remueve, pese a desazones, uno de los días más productivos para el sector restaurantero: San Valentín. También para las florerías.
Semanas atrás, la Canirac hacía un intento forzado por convencer a las autoridades. Pero el 14 todo cerrará en Morelia, y un día antes los negocios salen, abren, montan. Improvisan: hay flores en mercerías, pelucherías, papelerías.
Desde luego, los restauranteros salen a las calles, montan sillas, promocionan menús. Solo unas mesas se ocupan. Se esperó la respuesta de las autoridades, la posibilidad de abrir el 14, recuperarse. Pero se denegaron las peticiones y ahora resta la comida a domicilio, una sensación de pérdida ante los casi 80 millones que estima Canirac en la entidad.
En el fondo, en las calles y avenidas se expresa la festividad en un día atípico, se miran esfuerzos insólitos, aforos reducidos, pérdidas económicas, y un San Valentín anticipado para muchos comercios en una Morelia que continúa a la cabeza de contagios en Michoacán.