Desde octubre pasado, el perredista empezó a pasearse sin pudor alguno por la capital estatal y el interior del estado
Morelia, Mich.- Amenazas, anuncios y advertencias de denuncias por parte del gobierno morenista en Michoacán han ido y venido y sin embargo, la presunta culpabilidad del ex gobernador Silvano Aureoles Conejo por presuntos malos manejos financieros no ha sido hasta ahora motivo de procesos penales en su contra.
Así lo ha advertido y con mayor insistencia el perredista desde octubre pasado, cuando empezó a pasearse sin pudor alguno por la capital estatal y el interior del estado. En dicho mes, asistió al informe de gobierno del alcalde moreliano Alfonso Martínez Alcázar, escenario al que no asistió el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla a sabiendas que asistiría su antecesor, en un evidente “robo de cámara” a favor del ex gobernador.
La semana pasada, Aureoles Conejo anunció su determinación de buscar la candidatura a la Presidencia de la República por la llamada Alianza por México -integrada por PRI, PAN y PRD-, lo que le mereció descalificaciones de Ramírez Bedolla y de Juan Pablo Celis, dirigente de MORENA en la entidad, quienes no le concedieron ninguna ventaja ni autoridad moral para la contienda, al igual que reiteraron que existen denuncias y proceso penales en curso contra el perredista.
Este pasado fin de semana, luego de asistir al IX Pleno Estatal del Partido de la Revolución Democrática, en entrevista Aureoles Conejo señaló que el gobierno del morenista Ramírez Bedolla “me tiene miedo”, al aducir que no sabe hasta el momento de ningún proceso penal en curso contra su desempeño como funcionario público en el pasado sexenio.
Este lunes, al encabezar una rueda de prensa como aspirante presidencial, volvió a criticar al gobierno morenista al calificarlo como “inepto” en la conclusión del distribuidor vial de la salida a Salamanca, obra en la que según Ramírez Bedolla también hay inconsistencias heredadas del anterior gobierno.
Según Aureoles, el proceso quedó transparentado en la entrega recepción de su gobierno al de Ramírez Bedolla. Adujo que por “ineptitud” la obra se ha prolongado cuando debió concluirse en abril de este año, dado que, dijo, todo el proceso de licitación y el monto total del proyecto quedaron firmes y cubiertos ante contratistas a cargo de la construcción.
“No los han terminado por ineptos, por incompetentes, dejamos los expedientes integrados y completos, y el dinero, y bueno, son tan limitados que a una de las empresas le pagaron por delante sin que terminaran la obra”, acusó.