Este año no hubo cruces de ceniza en las frentes, los feligreses que fueron parte del ritual litúrgico que da inicio a la cuaresma, recibieron la ceniza en la cabeza.
A diferencia de otros años que se imponía la ceniza tocando la frente de la persona o la cabeza de la misma, ahora se deja caer un poquito de ceniza sobre la persona para evitar el contacto directo físico como una forma de prevención para el bien común y la salud de todos”,
Bancas respetando el aforo del 50%, gel antibacterial y sana distancia fueron otros de los protocolos implementados durante el miércoles de ceniza.
Desde las 8:30 horas, adultos mayores salieron del confinamiento para acudir a participar en la celebración religiosa.
Acudí a escuchar la oración para recibir la cruz de ceniza, pero esta vez solo realice una visita exprés a la Parroquia de San Marcelino Champagnat; llegue, escuche una breve explicación del párroco sobre el significado del ritual, recibí la ceniza e inmediatamente salí del recinto para volver a casa.
Aunque la estancia en la parroquia fue breve aplique las medidas sanitarias, el miedo a contagiarse no desapareció.
“Sí da miedo, pero vengo con la bendición de Dios porque no hay de otra”.
“Es una costumbre que viene de nuestros ancestros y hay que respetarlas”.
En la Parroquia de San Marcelino Champagnat; hubo filas muy separadas, no hubo aglomeraciones al exterior, durante las primeras horas del miércoles de ceniza.
Bancas y espacios vacíos durante la celebración religiosa.
¡También como parte de esas medidas sanitarias!, la Parroquia de San Marcelino Champagnat reparte bolsitas para celebrar Miércoles de Ceniza.
Junto con la ceniza, se pide entregar algún subsidio para que, individualmente o en familia, los fieles puedan vivir un momento de reflexión que los prepare para vivir la Cuaresma.