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SINDICALISMO CRÍTICO NICOLAITA: ¿Por qué la elección de la dirigencia sindical del SPUM no debe aplazarse?

Como se sentenció en una contribución anterior, ninguna fuerza sindical sola puede reunir el quórum necesario para que se constituya la Asamblea General, máximo órgano de gobierno del Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM) y lograr la renovación de la dirigencia.

Por estrategia, las planillas debían contemplar a las corrientes sindicales tradicionales, los trabajadores que no se identifican con estas, ya sea porque sus dirigentes los defraudaron para obtener beneficios particulares o por haberlos dejado en la indefensión en la crisis sindical o simplemente porque no les gusta trabajar con jerarcas.

Asimismo, era importante que los adeptos a las corrientes sindicales que resultaron más desacreditadas durante la crisis sindical vieran por la supervivencia de su grupo y participaran y por supuesto, que se integraran afiliados que se han mantenido en la denuncia y la defensa de la legalidad en el SPUM durante la crisis sindical.

En las reuniones de concertación se dieron situaciones que algunos aprovecharon para sacar ventaja y otros actuaron de manera alevosa.

Poco antes de que venciera el plazo para el registro, se conformaron dos planillas, los integrantes de estas junto con sus representantes, dos cada una, conforme el Reglamento de Elecciones del Comité Ejecutivo General y Comisiones Autónomas del SPUM, quienes fueron los únicos en ingresar a las instalaciones del SPUM por el filtro que estableció el Comité revocado.

Una vez que se instaló el Colegio Electoral, se procedió a elegir a quienes fungirían como presidente y secretario de ese órgano, habiéndose propuesto a Jorge Luis Ávila Rojas y a Élida Alejos Ayala; Secretario General revocado e integrante de la Comisión Autónoma de Vigilancia, respectivamente, resultando sorpresivo que en la votación, los representantes de la planilla Roja votaron a favor del secretario general revocado, por lo que este será el responsable de citar al Colegio Electoral, generar el orden del día, gestionar los recursos y el trabajo con el fedatario público y por tanto, de acordar con este los términos en que se redactarán las actas de la Asamblea General.

Lo anterior fue ampliamente reclamado por los académicos nicolaitas en distintos chats, pues como bien lo señaló el académico de la Facultad de Economía, Francisco Becerra Ávalos, ofende a la inteligencia el hecho de que integrantes de la planilla Roja quieran justificar lo injustificable, porque quienes tienen secuestrado el SPUM fraguaron la celebración de la Asamblea General que dio origen a toda la descomposición en 2018 y el XXXVII Congreso General de Representantes Ordinario, denunciaron penalmente ante la fiscalía a un grupo de compañeros por el presunto delito de secuestro del vigilante de la sede sindical, dejaron de prestar servicio y atender a los profesores en las oficinas sindicales, dejaron de pagar prestaciones y devolver su propio dinero y rendimientos a una gran cantidad de profesores, se olvidaron totalmente de respetar y hacer respetar la Declaración de Principios y Estatuto,  así como el Contrato Colectivo Trabajo y los Convenios Sindicales, sancionaron sin el debido proceso a compañeras y compañeros, entre ellos a integrantes de la Comisiones Autónomas, no celebraron sesiones de Consejo General durante varios semestres, no convocaron a dos Congresos Generales de Representantes Ordinarios y con su omisión avalaron el despido injustificado de más de veinte compañeras y compañeros profesores. Por lo anterior, la propuesta y aceptación del secretario general del Comité Ejecutivo revocado para presidir el Colegio Electoral, ofende a la moral y al derecho, pues de acuerdo con el reglamento de elecciones anteriormente citado, el secretario general no necesariamente debía ser el presidente del Colegio Electoral.

Así como lo anterior no pasó inadvertido para los académicos que acudirán a emitir su voto en la próxima Asamblea General, tampoco deberá pasar inadvertido quiénes han actuado en favor de la política represiva, abusiva y de fomento a la ilegalidad de Raúl Cárdenas Navarro, Pedro Mata Vázquez, Silvia Hernández Capi, Rodrigo Gómez Monge, del abogado Luis Fernando Rodríguez Vera (quien actúa, sin figurar en la Ley Orgánica, como procurador, persiguiendo a los trabajadores nicolaitas) y demás integrantes de la administración universitaria y del Comité Ejecutivo General 2018-2021, ello a través de la consulta de las Memorias del ilegal XXXVII Congreso General de Representantes Ordinario, disponibles en el sitio vínculo http://www.spum.org.mx/wp-content/uploads/2019/11/MEMORIAS-CGRO-XXXVII-2019.pdf. En este documento puede advertirse quiénes movieron los hilos de la ilegalidad y no han reparado aún en el daño a los agremiados, ni reflexionado y mucho menos rectificado sus posturas y actuación en menoscabo de los académicos, degradando al SPUM.

Otros afiliados rectificaron y participaron en el IX Congreso General de Representantes Extraordinario (IX CGRE), donde el Comité Ejecutivo 18-21 resultó revocado, se designaron afiliados de manera interina para que, conforme al Estatuto sindical, convocaran a la elección de una nueva dirigencia y han participado para que sus corrientes sindicales sobrevivan a la crisis sindical, con fundamento constitucional, en el marco de la libertad sindical.

Es preciso acudir a la Asamblea General el próximo 29 de septiembre de 2022 a las 9 hrs., en el Gimnasio de usos múltiples de Ciudad Universitaria para ratificar la decisión de no continuar con la representación del Comité 18-21 manifestada ya en el IX CGRE y en el sondeo donde 94% opinaron que este NO DEBE PERMANECER EN LA DIRIGENCIA. No acudir implicaría que se está conforme y de acuerdo con la política de la Rectoría de paso y el Comité 18-21 revocado expresada en el manejo opaco de los recursos sindicales, en el retraso de uno a tres años en el pago a deudos de los profesores fallecidos y de las prestaciones a jubilados, el reintegro discrecional de cuotas sindicales, la operación irregular e inequitativa del programa de regularización de materias, los despidos injustificados y demás prácticas represivas e ilegales. Se debe acudir y extirpar el apéndice principal que la autoridad ha utilizado para perjudicar a los trabajadores académicos.

Se debe señalar que LOS PRINCIPALES PROMOTORES DEL NO QUÓRUM O LA INASISTENCIA SON LAS AUTORIDADES UNIVERSITARIAS Y EL COMITÉ 18-21 REVOCADO, a los que se les han sumado quienes resultaron inconformes en la conformación de las planillas. Mientras que los primeros piensan recurrir al chantaje y pago de prebendas a los académicos para que no acudan, los otros aluden a las irregularidades de la convocatoria cuando en un principio asintieron sobre ello para que se emitiera y tener la posibilidad de renovar la dirigencia.

La máxima expresión de la democracia sindical se da al constituirse la Asamblea de los trabajadores y sus decisiones son legítimas a nivel constitucional y una vez tomadas esas decisiones se tendrá que sacar del ámbito local su regularización a través del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) de la CD MX, pues aún la semana pasada el personal del CFCRL de la entidad se encontraba en capacitación y no quisieron atraer el caso.

Además de que, como se ha podido constatar, por más apegados a derecho que se realicen los procesos de democracia sindical, se obstaculizan desde la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y desde los propios Juzgados Colegiados de Distrito, los cuales a esta fecha y habiendo vencido el plazo el 22 de agosto para que emitieran su sentencia sobre la toma de nota del Comité Ejecutivo General Interino, no lo han hecho teniendo como pretexto la carga de trabajo, cuando se les ha señalado que una colectividad está siendo afectada y amenazada con despidos injustificados y otras prácticas represivas.

Por otro lado, la denuncia en medios y redes sociales se debe ver como una herramienta cívica que poco a poco favorecerá la democracia y la erradicación de la corrupción para empoderar a los trabajadores universitarios y contrarrestar la asimetría y abuso de poder cupular en la Universidad nicolaita.

De ninguna manera llevar los procesos democráticos en la opacidad es sinónimo de “conocer a la Universidad”, cuando los procesos se realizan para beneficio cupular afectando a cientos trabajadores o se es omiso ante las ilegalidades, a eso se le llama complicidad y corrupción.

Por este medio y otros se continuará informando sobre lo que vaya sucediendo en la contienda sindical, pues gracias a este espacio y la difusión en redes sociales, la era del oscurantismo que propiciaba el statu quo en el SPUM se irá erradicando.

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