Este lunes 23 de enero inició el juicio contra Genaro García Luna. El narcotraficante Sergio Villarreal Barragán se presentó como el primer testigo.
El exsecretario de Seguridad Pública de México Genaro García Luna se presentó en su primer día de juicio por narcotráfico jovial y enérgico, para escuchar de boca del primer testigo de la Fiscalía, el narco Sergio Villarreal Barragán, alias “el Grande”, que el Cartel de Sinaloa le pagó sobornos millonarios durante años.
Tras un alegato inicial muy apegado al texto, pronunciado por el fiscal Philip Pilmar, que acusó a García Luna de traicionar a México y a Estados Unidos por aceptar sobornos de narcotraficantes a cambio de ayudarles en sus actividades, la Fiscalía presentó uno de sus testigos estrella: “El Grande”, que aseguró haber presenciado el pago de dichos sobornos con sus propios ojos.
De Castro, de pie frente a los 12 miembros del tribunal, adelantó la que será la estrategia de la defensa, al subrayar que la Fiscalía no tiene pruebas “objetivas”: ni documentos, ni fotos, ni conversaciones grabadas, ni mensajes de texto que incriminen a su cliente.
Según De Castro, todo se basa en rumores y “especulaciones de asesinos, secuestradores y traficantes de droga”, muchos de los cuales, según De Castro, fueron encarcelados en la época en la que García Luna fue responsable, dejando así en el aire que hubiera un móvil de venganza en los testimonios.
Durante las alegaciones, García Luna miró con semblante serio a los miembros del tribunal, casi impertérrito. Un gesto que cambió con la entrada de El Grande, a quien el exsecretario casi no miró y en su lugar se puso las gafas y se dedicó a consultar documentos y tomar notas.
Esto dijo ‘El Grande’, el promer testigo de la Fiscalía
La fiscal Erin Reid se encargó de dirigir el interrogatorio de “el Grande”, que habló en español y fue traducido de manera simultánea por un traductor de la corte.
”El Grande” aseguró haber visto “en varias ocasiones (a García Luna) para pagarle sobornos de parte del Cartel de Sinaloa entre 2001 y 2006.
Según el primer testigo de la Fiscalía “con la ayuda del Gobierno (mexicano) el cartel creció en lo referente al territorio” e insistió en que también gracias a la ayuda de García Luna el grupo que estaba dirigido por el capo Joaquín “el Chapo” Guzmán pudo aumentar la importación de cocaína a México y deshacerse de grupos rivales.
Villarreal Barragán, que se declaró culpable de narcotráfico en Estados Unidos y cumple una condena rebajada, aseguró que desde su grupo criminal se fomentaba la corrupción de los funcionarios del Ejército y del Gobierno, tanto municipal como estatal y federal de dos formas.
”Hay dos tipos de corrupción, el que se voltea para un lado y deja pasar, y otra, la de los funcionarios forman parte de las actividades de la organización”, dijo “el Grande” antes de aclarar, a instancias de la fiscal, que García Luna era del segundo tipo.
En concreto, apuntó que el antiguo máximo responsable de Seguridad Pública daba información sobre operativos de seguridad e investigaciones en contra de miembros del grupo, facilitaba el nombramiento y el cese de agentes en cualquier parte de México y compartía información para golpear a los grupos enemigos.
Asimismo, la Agencia Federal de Investigación (AFI),que García Luna dirigió entre 2001 y 2005, ayudó al Cartel de Sinaloa en varios estados mexicanos en su guerra contra el rival Cartel del Golfo.
”El Grande” precisó que el encargado de los pagos a García Luna era Arturo Beltrán Leyva, amigo suyo y uno de los líderes del Clan de los Leyva (parte del Cartel de Sinaloa), y agregó que él “estuvo en algunas ocasiones” presente en dichas transacciones, que, según su declaración, aumentaban a medida que el cartel crecía.
El narco detalló que cuando él comenzó a trabajar para el Clan de los Leyva en el año 2001, García Luna ya estaba en la nómina del cartel y se le siguió pagando hasta la muerte de Arturo Beltrán Leyva (2009).
Según el testimonio del narco, cuando García Luna era el director de la Agencia Federal de Investigación (AFI), él y otros altos cargos de seguridad recibían entre un millón y un millón y medio de dólares mensuales por sus servicios.
”Los pagos eran puntuales” dijo desde la tribuna El Grande, que aseguró que Beltrán Leyva y García Luna hablaban frecuentemente.
Fiscalía adelanta distintos nombres
Durante la sesión salieron a colación varios nombres de narcos y supuestos policías corruptos que se movían en la órbita de García Luna o tuvieron contacto con él.
Además de Arturo Beltrán Leva y sus hermanos Héctor y Alfredo, fueron citados los también capos Ismael “el Mayo” Zambada, “el Rey” Zambada, Ignacio Coronel o Édgar Valdez, alias “la Barbie”.
Asimismo, se hizo referencia a varios exmiembros de las fuerzas de seguridad mexicana, entre ellos Luis Cárdenas Palomino (exmando de la Policía Federal), y que supuestamente estuvieron presentes en entregas de sobornos a García Luna.
Al concluir la sesión, García Luna volvió a lanzar un beso a su esposa y en sus labios se leyó un “te quiero”, que pronunció antes de girarse y golpearse con la puerta que los alguaciles le habían abierto para que abandonara la sala