De acuerdo con nuevos reportes, Trump ingresó al hospital con preocupantes niveles de oxígeno en la sangre y con un problema pulmonar a raíz del COVID-19
El presidente Donald Trump estaba más enfermo por COVID-19 en octubre pasado de lo que reconoció públicamente, según revelaron cuatro fuentes cercanas al caso.
De acuerdo con las declaraciones, Trump ingresó al hospital con niveles de oxígeno en la sangre preocupantes, así como con un problema pulmonar asociado con neumonía a raíz del COVID-19.
El diagnóstico de Trump se volvió tan preocupante que tuvo que ser trasladado al Centro Médico Militar Walter Reed en caso de que fuera necesario colocarle un respirador.
Los informantes también señalaron que Trump tenía infiltrados los pulmones, es decir, una inflamación de los mismos con líquidos y bacterias, un signo de un caso agudo de la enfermedad.
Cabe recordar, que en octubre de 2020, cuando el exmandatario enfermó de COVID-19 fue trasladado al hospital porque, presuntamente, tenía problemas para respirar y fiebre.
Esos días, se indicó que su condición no era grave y fue sometido a un medicamento no aprobado para combatir el virus.
Sin embargo, los nuevos detalles revelados sobre su salud señalan que la información proporcionada en ese momento fue limitada y “engañosa”.
Se detalló que tras la hospitalización de Trump, comenzó un tratamiento con dexametasona, que generalmente solo se recomienda para pacientes que desarrollan formas graves de COVID-19 o a aquellos que requieren ventilación mecánica u oxígeno suplementario.
También recibió un tratamiento de cinco días de remdesivir, un medicamento antiviral que, en su momento, llamó la atención de especialistas de la salud, quienes señalaron que era una clara señal de problemas pulmonares importantes.
Cuando Trump volvió a la Casa Blanca las fuentes señalaron que todavía luchaba contra la enfermedad y apuntaron a que tenía problemas para respirar que se hicieron evidentes cuando utilizó todos los músculos de su cuello para hacerlo, una señal de que sus pulmones no recibían suficiente oxígeno.
Trump fue hospitalizado en octubre pasado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, 18 horas después de confirmarse su positivo coronavirus.
El médico de cabecera del presidente, Sean Conley reconoció antes del ingreso que el presidente se sentía fatigado y tenía un poco de fiebre.