En EU ya soltaron a sus vigilantes para presionar un cambio en la política migratoria que Trump diseñó para la 4T
Probadita de lo que será la fiscalización de los derechos humanos en México, a partir de la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, la dio ayer la organización, con sede en Nueva York, Human Rights Watch, en voz de su director para América Latina, José Miguel Vivanco:
“El gobierno (mexicano) no ha brindado apoyo o protección adecuados a las 66 mil personas que buscan asilo en Estados Unidos, y que han sido colocadas en el programa ‘Permanece en México’, incluidas personas con discapacidad y enfermedades crónicas, personasmayores y niños. Muchos se han refugiado en campamentos improvisados o refugios abarrotados a lo largo de la frontera”.
En política no hay casualidades, y esta crítica a la gestión del gobierno de Andrés López Obrador, se da un día después de que, en su último acto público frente al muro fronterizo, el saliente presidente estadounidense, Donald Trump, agradeció a su “amigo” tabasqueño porque “tuvimos 27 mil soldados mexicanos custodiando nuestras fronteras durante los últimos dos años”.
Vivanco soltó la crítica a sabiendas de que Biden, quien en seis días asume la presidencia de EU, diseña una nueva estrategia de migración basada en el respeto “a las normas internacionales sobre el trato de las solicitudes de asilo”.