Busca los votos para contrarrestar la alianza Mier-Delgado. Juega la carta de la reforma fiscal y el nexo con empresarios.
Se agitan las aguas en el bloque de Morena en San Lázaro. En las últimas horas Yeidckcol Polevnsky logró un acercamiento con Leonel Godoy para entre ambos repartirse la centralidad de la Cámara: la ex senadora quiere la Mesa Directiva y dejaría a Godoy la coordinación en reemplazo de Ignacio Mier.
Como todos los movimientos que esboza la ex dirigente de Morena, este todavía debe pasar por la prueba de ácido de la realidad. Yeidckol tiene una gran creatividad para el costado ideal de la política pero suele ser habitual que esas proyecciones se estrellen contra la realidad. Le sucedió cuando perdió el control de Morena, cuando no consiguió refugio en el gabinete e incluso cuando, al inicio del sexenio, dejó de pertenecer al círculo primario de Andrés Manuel López Obrador.
Ese distanciamiento, que se extiende hasta la actualidad, nunca se ha explicado a fondo. Yeidckol suele decir que tras las elecciones presidenciales del 2018 nunca volvió a estar a solas con el tabasqueño y que el nexo fue tercerizado en Alejandro Esquer. Entre sus especulaciones señala como responsable a la Primera Dama Beatriz Gutiérrez Muller, quien por estos días también padece la frialdad del presidente, pero mediante otros desaires.
Ignacio Mier tiene un fuerte acuerdo con Mario Delgado y el padrinazgo del titular de CFE, Manuel Bartlett. A esto se suma que el desempeño de Morena en Jalisco en la pasada elección (área de gravitación de Yeidckol) fue directamente olvidable.
La carta que esboza la ex dirigente en las últimas horas es que ella puede jugar un rol clave en su nexo con el empresariado de cara a la reforma fiscal que López Obrador pretende para el próximo periodo legislativo. Desde sus contactos en el establishment busca la fuerza para recuperar terreno.