El presidente Donald Trump firmó el martes una orden ejecutiva para asegurar que el acceso prioritario a las vacunas del COVID-19 adquiridas por el gobierno se conceda a los estadounidenses, antes de trabajar con socios internacionales para su distribución.
El texto, que Trump firmó frente a las cámaras durante una “cumbre de vacunas” en la Casa Blanca, no se hizo público de inmediato.
Sin embargo, no está claro cómo se hará cumplir la orden, ya que los fabricantes de vacunas ya han firmado acuerdos con otros países. La decisión sugiere que Estados Unidos está preocupado por la posible escasez, ya que busca inmunizar a decenas de millones de personas en los próximos meses.
Trump dijo el martes que invocaría la Ley de Producción de Defensa si fuera necesario para garantizar que los estadounidenses sean los primeros en la fila para las vacunas contra el coronavirus producidas en el país, aunque dijo que no creía que fuera necesario apelar a esa figura.
El mandatario republicano, quien ha enfrentado duras críticas por su manejo de la pandemia del coronavirus, está ansioso por atribuirse el mérito del rápido desarrollo y distribución de una vacuna.
La orden ejecutiva es una “reafirmación de la política de Estados Unidos primero” que buscará que la población estadounidense recibirá la vacuna “antes de trabajar con socios y aliados para proveer el acceso” a las dosis a nivel internacional.
Hay más de 330 millones de estadounidenses y el gobierno dice que puede cumplir su objetivo de proporcionar una vacuna para todos para abril.
La firma del decreto por parte de Trump coincide con el anuncio de la FDA de esta semana, que confirmaron que la vacuna COVID-19 de Pfizer y BioNTech protege fuertemente contra el covid-19, ofreciendo la primera mirada detallada del mundo a la evidencia detrás de las inyecciones.
El reporte de la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) indica que la protección inmunológica contra el coronavirus es fuerte aproximadamente a partir de los 10 días desde la primera de las dos dosis, que se aplican con 21 días de diferencia.
Pfizer/BioNTech, cuya vacuna podría ser autorizada por la agencia de medicamentos FDA en los próximos días, sólo tiene un contrato con Estados Unidos por 100 millones de dosis.
Moderna, cuya vacuna podría aprobarse a finales de la próxima semana, también se ha comprometido a entregar 100 millones de dosis en Estados Unidos.
Cada contrato incluye opciones para dosis adicionales, pero el tiempo para activar estas cláusulas podría retrasar la entrega varios meses.
Ambos fabricantes tienen plantas en Estados Unidos y Europa, y existen leyes que, en teoría, permitirían al gobierno estadounidense ser primeros en la producción que se genera, como la Ley de Producción de Defensa.
Otras dos vacunas muy avanzadas en ensayos clínicos podrían autorizarse a principios de año y garantizar el suministro estadounidense: la de dos dosis de AstraZeneca/Oxford (de la que Washington ha pedido 500 millones de dosis), y la de una sola dosis del estadounidense Johnson & Johnson, del que Estados Unidos espera 100 millones de dosis.