El canciller Marcelo Ebrard afirmó que «hubiera sido suicida» no hacer nada en el caso del general Cienfuegos Zepeda
El canciller Marcelo Ebrard aseguró que se actuó con dignidad en el caso del general Salvador Cienfuegos, quien ayer fue exonerado por la Fiscalía General de la República (FGR) de lavado de activos y narcotráfico.
Al hacer la relatoría del caso del extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Ebrard Casaubón destacó que la DEA presentó como pruebas contra Salvador Cienfuegos “copias de las carátulas de celulares con llamadas, en ese tiempo de una plataforma Blackberry”; con las cuales no se podía vincular a proceso al general en nuestro país.
“Todo el expediente que recibimos lo vamos a dar a conocer en las próximas horas. ¿eso qué gobierno lo hace? Un gobierno íntegro, si no, no se haría, esa integridad le va a dar a México respeto, imagínense ustedes que hubiéramos guardado silencio a sabiendas de que no hay elementos. Se actuó con dignidad, todos los mexicanos vamos a tener acceso a lo que recibimos”, dijo.
El titular de SRE afirmó que hubiera sido suicida no hacer nada en el caso del general Cienfuegos Zepeda, y dejó en claro que la FGR sí hizo la investigación correspondiente en este caso.
No es que no se haya hecho nada, sí se hizo. La conclusión de lo que hizo es que no hay manera de vincular a proceso al general Cienfuegos, en México ni siquiera lo hubieran podido detener”, puntualizó
“Hoy no hay elementos para iniciarle acción penal en su contra (al general Salvador Cienfuegos)”, declaró.
La FGR rechazó ayer ejercer ninguna acción penal contra el general Salvador Cienfuegos, que fue acusado de lavado de activos y narcotráfico por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
La Fiscalía dijo que, tras el análisis de las pruebas de las autoridades estadounidenses y las proporcionadas por Cienfuegos Zepeda, “se llegó a la conclusión de que nunca tuvo encuentro alguno con los integrantes de la organización delictiva investigada por las autoridades norteamericanas”.
Agregó que tampoco encontró pruebas de que “sostuvo comunicación alguna con ellos, ni realizó actos tendientes a proteger o ayudar a dichos individuos”.