El partido de regeneración nacional se encuentra en una encrucijada, de esas en la que ningún partido con amplias posibilidades de ganar y en su sano juicio quisiera estar.
Recordemos que en lo político la forma es fondo y viceversa, de manera que este viejo precepto no aparece en la brújula morenista, ya que lo mismo apunta a un lado que hacia otro, y no termina por aparecer un “norte” verdadero, dejando en incertidumbre a muchos de los morenos de base fundadores del partido en Michoacán, así como a los simpatizantes externos que se sumaron al proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, en busca de una salida al desastre de país saqueado que habían dejado tras de sí las administraciones panista y priista.
Este capital humano creativo y dinámico a favor de morena, parece no entenderlo o por omisión o por negligencia ni el Comité Estatal ni el Nacional, toda vez que el desorden campea en el proceso de elección de candidatos: Gobernatura, alcaldías, diputaciones locales y federales.
Grupos y preferencias, enroques y acuerdos no claros se manifiestan permanentemente en la prensa y redes sociales para confusión de los morenistas de base y los que creen y apoyan el proyecto federal. Un rosario de fotos del hoy candidato oficial a gobernador por morena Raúl Morón, alientan o desalientan a un sinfín de precandidatos que, con sus propios recursos, recomendados, apadrinados o infiltrados, entran en el círculo privilegiado del poder para tomarse la foto con el gallo de oro y decir o hacer suponer a contras y seguidores que su candidatura es un hecho porque ya apareció en la foto clave del desayuno etcétera.
Aquí es en donde viene la encrucijada a salvar, que deberán preguntarse y afinar con los asesores y operadores políticos más capaces, los comités estatal y nacional.
¿Conviene políticamente a morena seguir dando imágenes y mensajes erróneos, que sólo generan incertidumbre, dudas y hasta molestia de sus afiliados y seguidores?
Recuérdese que sus precandidatos serán elegidos mediante el proceso de encuesta, y la encuesta la definen los ciudadanos que simpatizan con el proyecto de regeneración nacional y no otros.
Entonces ¿Porque no dar mejor un ajuste de autoridad y definir con tiempo a los mejores perfiles, tanto por su trayectoria dentro del partido como por su trayectoria de trabajo social y profesional para los externos, que por la razón que fuera, buscaron o fueron invitados a sumarse a la bandera morenista?
El tiempo corre y este sencillo postulado de autoridad política, que nos lleva a esta reflexión, aplica también para los partidos de otros colores y líneas políticas, que también, no sólo se bambolean en un mar de incertidumbre, de aciertos y errores evidentes, en donde su capacidad para seleccionar a los mejores perfiles a candidatos de elección popular queda muy en entredicho.
Al final y como siempre, los que pagan los platos rotos son los ciudadanos que de nueva cuenta deberán pagar salarios de “mireyes” y soportar a políticos por tres o seis años, que tienen nula eficacia para desempeñar su trabajo y que llegan al puesto político no por méritos verdaderos, sino por arreglos, componendas y pagos a beneficio de personajes o grupos que luchan encarnizadamente por mantenerse en el poder para seguir extrayendo, como si de una mina eterna se tratara, toneladas de metal para sus castillos.
Dos preguntas finales ¿Qué los asesores “diamante” y dirigentes de “oro” de estos partidos políticos no ven esta circunstancia y sus nefastas variables con la claridad que lo ve el pueblo? o ¿La confusión es parte del juego perverso de estas entidades y personajes que ya detentan de facto el poder o que buscan llegar a él no importando los medios y los costos?.
Jarco Amézcua-Luna (abstractio doxólogo)
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