El dirigente del PRI quiere colocar a su segunda de abordo como candidata a la gubernatura de Hidalgo, pero ni ha cabildeado con Omar Fayad ni ha consultado a los dirigentes locales, quienes intentan frenar otro error político de Alito Moreno.
La lucha por la sucesión en Hidalgo está que arde. Y es que es uno de los últimos tres estados donde siempre ha gobernado el PRI (los otros dos son Coahuila y Estado de México). La condición estratégica de esta plaza ha provocado un choque de poder entre el gobernador de la entidad, Omar Fayad, y el dirigente nacional del tricolor, Alejandro Moreno.
Ambos se están dando un quién vive por colocar a sus respectivos alfiles. Del lado de Alito Moreno se comenta que quieren poner a Carolina Viggiano, secretaria general del PRI. El furor por colocarla en la silla grande de Hidalgo ha provocado, de nueva cuenta, que el campechano cometa errores de tacto político, como si fuera novato en estas lides.
En los pasillos legislativos cuentan que Alito ni siquiera se ha reunido con Fayad para cabildear a Viggiano, esposa, por cierto, de Rubén Moreira, quien será el coordinador de los diputados federales del tricolor. Tampoco se ha acercado a los diputados locales y mucho menos a los factores de poder legislativo a nivel federal. Simplemente ha movido las aguas para imponer a su precandidata.
Desde Hidalgo aseguran que Alito Moreno ha perdido fuerza y legitimidad en el estado, sobre todo porque prácticamente no ha pisado la entidad para apoyar a los suyos. Tampoco le ven habilidad para construir consensos, sobre todo después del fracaso del 6 de junio, fecha en que el PRI perdió las 8 gubernaturas que tenía y estaban en disputa.
Encuesta de candidatos y partidos para la gubernatura de Hidalgo (Massive Caller).
TODO PARA ELLOS, NADA PARA OTROS
La sensación en el PRI de Hidalgo es que Moreno suele “agandallar” todas las posiciones para los suyos, sin abrir espacio a otros grupos que han hecho trabajo de base en la entidad. Tan es así que en la lista de plurinominales pusieron en primer lugar a Carolina Viggiano, lo que le garantizaría una curul en la Cámara de Diputados.
Pero no sólo eso. La secretaria general del PRI logró colocar a su propio hijo, Juan Pablo Beltrán Viggiano, como suplente de una de las posiciones privilegiadas de esa circunscripción. El titular fue Marco Antonio Mendoza Bustamante, quien fuera secretario particular de la exprimera dama de Coahuila. La queja en general es que no incluyeron a hidalguenses de raigambre.
Esos abusos no son bien vistos en tierras hidalguenses. Allá los priístas ya cierran filas para evitar que Alito Moreno les imponga una candidata desde el centro, arruinando el camino arado por el gobernador Omar Fayad, quien mostró músculo al ganar la mayoría de los ayuntamientos en las elecciones de 2020.
También comentan que ni la amenaza de un posible triunfo de Morena hace recapacitar a Alito Moreno, quien al parecer se guía por caprichos más que por directrices estratégicas que favorezcan al PRI. “Está viendo llover y no saca el paraguas”, comentan.
OTROS ASPIRANTES TIENEN RAIGAMBRE
Los priístas de Hidalgo aseguran que hay varios candidatos con raigambre que sí son conocidos por los votantes. Mencionan a Israel Félix Soto, alcalde de Mineral de la Reforma y antiguo colaborador de Omar Fayad. También le ven posibilidades a la senadora Nuvia Mayorga, cercana a Miguel Ángel Osorio Chong, exmandatario de la entidad.
En la lista también colocan a David Penchyna, José Antonio Rojo García de Alba, Julio Varela Piedras, Alejandro Enciso, entre otros.
Del lado de Morena la amenaza es el cantautor Francisco Xavier Berganza, quien luego de jugar por muchos años bajo las siglas del PAN dio el salto a la 4T. También se menciona a Cuauhtémoc Ochoa, Ricardo Baptista y Julio Ramón Menchaca, entre otros.
Las encuestas locales aún miden a la panista Xóchitl Gálvez, quien tienen pocas posibilidades de ser nombrada candidata de la alianza PRI, PAN, PRD, debido a que es una plaza dominada por los tricolores.