El Departamento de Estado actualizó su ficha de búsqueda por una imagen que sería más actual que la difundida previamente, donde se observaba al supuesto criminal más joven que los 35 años que ronda
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos posicionó en su lista de los más buscados al hermano y los hijos de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, y para ello difundió una nueva fotografía de uno de los vástagos por quien se ofrecen 5 millones de dólares de recompensa.
La imagen de Joaquín Guzmán López no había trascendido en medios ni cuentas extraoficiales, hasta que la agencia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas la ubicó junto a supuestos criminales que incluyen a sus parientes. El llamado Güero Moreno tendría 35 años y participaría en una organización de narcotráfico con su hermano, Ovidio Guzmán López, el Ratón.
Previamente, el Departamento de Estado de EEUU publicó una ficha de búsqueda en que se veía al Chapito más joven con playera blanca y sonriendo a una cámara por encima suyo. Pero la institución ha actualizado la foto por otra donde Guzmán López luce un poco mayor, con camisa azul, algo de bigote y barba, posando de frente.
El Güero Moreno es requerido por delitos que, supuestamente, cometió contra el vecino país del norte. Se añaden detalles sobre sus ojos marrones, pelo negro y última vista en Sinaloa, bastión del grupo transnacional al que pertenece por herencia del Chapo Guzmán.
Édgar Guzmán López fue quien ganó suficiente dinero ilícito para que sus hermanos, Ovidio y Joaquín, invirtieran grandes cantidades en efectivo y compraran marihuana en México y cocaína en Colombia, según las autoridades estadounidenses.
Los tres fueron procreados por el Chapo Guzmán con su segunda esposa, Griselda López Pérez, también identificada como Silvia Escoto Muñoz. A ellos se suma la única hija de la relación, a quien nombraron casi igual que su madre, Grisel Guadalupe.
Sin embargo, Édgar fue ejecutado por sicarios bajo las órdenes de su padre en mayo de 2008 en Culiacán, Sinaloa. Supuestamente fue confundido como enemigo de los Beltrán Leyva y le dispararon mientras se encontraba en un centro comercial. Los sicarios implicados fueron castigados con la muerte.
A partir de entonces comenzaron las incursiones del Güero Moreno y del Ratón. Una de sus operaciones novedosas fue exportar efedrina de contrabando desde Argentina, cuando comenzaron a experimentar con la producción de metanfetamina. Actualmente el Ratón y el Güero Moreno supervisan 11 narcolaboratorios en Sinaloa que fabrican de 3 mil a 5 mil libras de la droga sintética cada mes.
El 2 de abril de 2018, tanto Joaquín como Ovidio Guzmán López quedaron acusados por un gran jurado del Distrito de Columbia por un cargo por violar las secciones 959 (a), 960 y 963, referentes a la conspiración para distribuir más de 5 kilogramos de cocaína, 500 gramos de metanfetamina y 1,000 kilogramos de marihuana.
De Joaquín no se saben más detalles que los consignados en EEUU. No ha sido detenido a diferencia de dos de sus hermanos que actualmente están en libertad.
Aunque se suponía, no se conocía de sus alcances en el Cártel de Sinaloa hasta que el 15 de diciembre de 2021 el Departamento de Estado ofreció una recompensa de 20 millones de dólares por los cuatro incluidos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, los primeros hijos del Chapo Guzmán que también son acusados por narcotráfico.
Los Chapitos están en la lista del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas junto a su tío Aureliano Guzmán Loera, que tomó parte del negocio. Además aparecen los socios de este último: Ruperto, el 37; José, el Che; y Heriberto, los hermanos Salgueiro Nevarez. Por cada uno también se ofertaron cinco millones de dólares el 5 de noviembre del año pasado.
Mientras tanto, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha dicho que buscará detener a los presuntos líderes delictivos sin intervención de agentes extranjeros, especialmente de la Administración del Control de Drogas (DEA). Esto, luego de haber ordenado la liberación de Ovidio Guzmán López en 2019 tras el caos desatado en Culiacán por el Cártel de Sinaloa, enfrentamientos, así como amenazas de asesinatos contra familias de militares y el resto de civiles.