A través de la Representación Parlamentaria se buscaría acceder al control del Congreso del Estado, esto a través de un acuerdo en el que confluirían diputados de diferentes fuerzas políticas y que está en proceso de construcción.
Luego de contar con tan sólo dos diputadas a lo largo del Primer Año Legislativo, la Representación podría crecer hasta 12 y convertirse en la primera fuerza dentro del Congreso, lo que le daría mano para ocupar tanto la presidencia de la Mesa Directiva como de la Junta de Coordinación Política, es decir, de los órganos de gobierno de la Cámara.
Oficialmente la Representación Parlamentaria está integrada hasta el momento por cuatro diputadas: Fanny Arreola y Julieta Gallardo, que la integraron durante todo el último año, y Margarita López y Eréndira Isauro que acaban de sumarse a ésta tras dejar las bancadas del PVEM y Morena respectivamente.
Sin embargo, se está negociando para incrementar el número, y hacerse así con el control de la Cámara desplazando al bloque de la Cuarta Transformación integrado por Morena y el PT:
En ese escenario que está en proceso de negociación, las bancadas del PRD y del PES desaparecerían y sus integrantes pasarían a formar parte de la Representación, lo que sumaría cinco nombres más: Víctor Manríquez, Mónica Valdez, Guadalupe Díaz, Luz María García y Rocío Beamonte.
Asimismo, la bancada del PAN tendría el desprendimiento de tres de sus integrantes: Oscar Escobar Ledesma, David Cortés Mendoza y Andrea Villanueva Cano.
De cristalizarle las negociaciones, la Representación Parlamentaria quedaría integrada por 12 diputados, Morena quedaría con nueve, el PRI con ocho, el PAN con cinco, el PT cinco, y como independiente permanecería Ernesto Núñez con carácter independiente.
Al PAN ya no le alcanzaría el número de diputados para presidir la Junta de Coordinación Política como estaba previsto; y la morenista Julieta García Zepeda ya no tendría mano para arribar a la presidencia de la Mesa Directiva como estaba previsto.