Lo que el Presidente quiere es que los argumentos de la oposición ni siquiera se escuchen’ y para eso se ha diseñado una estrategia que será desplegada este martes durante la sesión de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, revelaron fuentes legislativas.
El pleno de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión discutirá este martes el dictamen sobre la iniciativa preferente que, en materia de la industria eléctrica, el presidente Andrés Manuel López Obrador envío al Poder Legislativo. Y para la bancada de Morena y sus aliados lo importante no es solamente aprobar el dictamen, sino “acallar” a la oposición.
Fuentes del Poder Legislativo Federal, confirmaron a VANGUARDIA que la preocupación central en la sesión de este martes no es la votación, “porque esa está garantizada”, sino el debate y, sobre todo, “que la prensa retome y destaque los argumentos que se pronuncien en contra”.
“Lo que nos han dicho en las reuniones de estrategia es que al Presidente lo que le interesa es que los argumentos de la oposición no se escuchen o que no se entiendan, para que no puedan ser replicados por los medios”, señaló una de las fuentes consultadas.
Por ello, precisó, los liderazgos camerales de Morena y sus aliados han desarrollado una estrategia que implica, literalmente, “silenciar” a la oposición durante la sesión del pleno. Dicha estrategia tiene como eje fundamental utilizar el texto del Reglamento de la Cámara de Diputados, particularmente en lo relativo a la votación de dictámenes en lo general y en lo particular.
De acuerdo con el artículo 104 del referido Reglamento, la discusión en lo general implica conceder la voz a seis oradores a favor y seis en contra de forma alternada. Al concluir estas intervenciones se pregunta al pleno si el asunto se encuentra suficientemente discutido y, si la respuesta es negativa, se permiten sucesivos bloques de tres oradores a favor y tres en contra, hasta que no haya más intervenciones o se considere suficientemente discutido el asunto.
“Lo que vamos a hacer en este punto es inscribir oradores en contra para impedir que la oposición pueda hacer uso de esos espacios”, señaló otra fuente consultada al respecto. “Y al agotarse la lista de 12 oradores pediremos que el asunto se declare suficientemente discutido para pasar a la votación de inmediato”.
Después de la votación en lo general, sin embargo, sigue la votación en lo particular, que implica haber “reservado” previamente artículos específicos para su discusión individual. La reserva se hace por escrito y eso permite que su autor use la tribuna, para exponerla, hasta por cinco minutos.
“Como aquí no podemos impedirles que hablen, la estrategia será interrumpir al orador en forma constante, de forma que su intervención se pierda o sea muy difícil de entender”, confirmaron las fuentes consultadas, quienes precisaron que para ello se echará mano del catálogo de mociones que prevé el artículo 114 del Reglamento de la Cámara de Diputados.