El dirigente tricolor reagrupa fuerzas y cambia su estrategia respecto al oficialismo.
Tras el golpe electoral que el PRI vivió en la elección intermedia Alejandro Morena Cárdenas estrena ahora una nueva narrativa.
El dirigente nacional se ha comunicado con los principales actores del partido y asegura que el tricolor será una fuerza de oposición frontal al Gobierno Federal en la Cámara de Diputados.
«El electorado nos dio el voto para ser opositores y eso anula cualquier negociación con Morena», desliza el campechano en privado.
El discurso de Alito ha mutado respecto a la postura del PRI frente al oficialismo.
A comienzos de año seguía en la línea de que se debía criticar a Morena pero no a Andrés Manuel López Obrador, por entender que gran parte de los votantes del PRI habían migrado hacia Morena en 2018 y que tener un discurso de alta belicosidad ya los hacía irrecuperables. Ahora gira y habla de una oposición más frontal.
Es entendible: hay diversos sectores del partido, como los que impulsan una dirigencia de Enrique De la Madrid o del senador Miguel Ángel Osorio Chong, que temen que Alito negocie con la 4T, como pretende el presidente.
El discurso de oposición es clave para la sostenibilidad de su mandato en el CEN de Avenida Insurgentes.
Otros detalles. Alito señala que en 2018 el PRI consiguió el 16% de los votos emitidos y que ahora, tres años después obtuvo el 18%. Pondera fuertemente los resultados en la CDMX y cree que en el debate nacional pesan más que haber perdido Sinaloa o Campeche a manos de Morena.
Respecto a la agenda legislativa anticipa que el PRI no acompañará ninguna de las tres reformas que el Gobierno pretende: CFE, Guardia Nacional y electoral.
Esto ya ha sido conv3rsado con Rubén Moreira, futuro coordinador en San Lázaro, quien estaría en idéntica sintonía.