El empresario Alonso Ancira fue trasladado a Palma de Mallorca, España, donde despegó en un avión de la Fiscalía General de la República para regresar a México
El empresario mexicano Alonso Ancira ya vuela de regreso a México, luego de que la justicia española concediera la extradición.
El equipo de defensa de Ancira Elizondo confirmó que el empresario fue trasladado a Palma de Mallorca, España, desde donde despegó en un avión de la Fiscalía General de la República (FGR) para regresar a nuestro país.
Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, confirmó que Ancira Elizondo ya viene de regreso a México, donde es señalado por los delitos de corrupción y blanqueo de capitales.
Está volando en un avión de la FGR de España para México, tendrá que enfrentar un proceso penal en México. Es lo que ha dicho el presidente, que devuelvan lo que no les corresponde, que devuelvan lo que fue materia de corrupción y que enfrenten su proceso, pero que también tengamos la posibilidad de que se devuelva al erario y la Nación lo que ilícitamente se llevaron y no les corresponde”, apuntó.
La justicia mexicana investiga cuatro transferencias económicas emitidas entre junio y noviembre de 2012 de Altos Hornos de México a la empresa Tochos Holding, vinculada a Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), por un importe de 3,4 millones de dólares.
La investigación comenzó por una denuncia de Pemex relacionada con un supuesto sobreprecio de unos 500 millones de dólares en la venta de una planta de fertilizantes en 2013 a Altos Hornos de México.
El auto judicial argumenta que Ancira cooperó en el blanqueo de capitales de Lozoya, “pagando por adelantado” para que cuando este fuera el director general de Pemex se procediera a la “adquisición de una empresa obsoleta e inoperativa por un precio tres veces mayor del que realmente vale en el mercado, perjudicando con ello, además, los intereses públicos”.
La Audiencia Nacional española falló que los delitos por los que México reclama a Ancira se pueden considerar como tales también en España y descartó tanto que los hechos hayan prescrito como la persecución política que alegaba la defensa de Ancira.