Un joven decidió quedarse en el centro de vacunación para ser de los primeros en recibirla al día siguiente, sin embargo no le salió la jugada, pues se quedó dormido y cuando despertó ya había una larga fila de espera.

Luego de que despertó se encontró con una enorme fila delante de él con personas esperando la vacuna a centimetros de su cama improvisada en el monte.

Mediante una fotografía se puede observar al hombre cuando despertó desorientado, vio hacía todos lados y su rostro reflejaba arrepentimiento y culpa.