La manera en que se eligieron las candidaturas en Morena están haciendo patinar a la cuarta transformación, advirtió el senador Germán Martínez Cázares, y responsabilizó a la dirigencia nacional de lo que está ocurriendo en Michoacán y en otros estados en donde han brotado las inconformidades.
Lamentó que quien sale ganando de esta pugna sea el caos. Él le cree al presidente Andrés Manuel López Obrador de que no se va a meter en este proceso.
Reprochó que el estado de Michoacán no merece que aparte de los problemas que ya enfrenta, encima vengan los pleitos de los partidos.
Pidió a los aspirantes de todos los colores a la gubernatura a que fijen posturas claras sobre su estrategia en contra de la delincuencia organizada, pues hasta ahora sólo hablan de ocupar la silla.
Aclaró que él no es militante de Morena, pero que abraza las causas que enarbola Andrés Manuel López Obrador de combate a la corrupción, y esa bandera la defiende “la traiga quien la traiga”.
Confesó que sí ha vivido turbulencias y críticas, pero ese es su horizonte: aspirar a la igualdad entre los mexicanos. Resaltó que él criticará lo que desde su conciencia dicte que no sea lo correcto así sea dentro de la misma 4T.
Recriminó que al interior de Morena hay un desastre en estos momentos debido a la falta de diálogo interno, y también porque hay una subcultura de no aceptar la derrota, lo que tampoco es visto como algo democrático.
Aclaró que a él no le ofrecieron formalmente que participara en el proceso interno, y atribuye a que haya sido a la falta de diálogo.
Confesó que él está a favor de la paridad de género y no merece gobernar Michoacán alguien que le haya levantado la mano a una mujer.
Adelantó que si esta coyuntura de inconvenientes dentro de Morena le favorece al bloque opositor, tiene que ser con el apoyo de la gente, es decir, que la sociedad decida, pues están conscientes de que amorran no está para estar un siglo en el poder y los que deben premiar o sancionar son los ciudadanos en las urnas.
“Un día van a ganar unos, y otro día otros”. Recriminó que de ninguna manera en esta elección del 2021 se debe adelantar ninguna sucesión presidencial del 2024.
Ninguna candidatura es la avanzada ni de (Ricardo) Monreal, ni (Marcelo) Ebrard ni (Claudia) Sheinbaum, ni nadie. Michoacán debe gobernarse para los michoacanos y no es para precandidatos a la Presidencia de México. Detesto que a Michoacán se le tome como un terreno de avanzada en el proceso, de un laboratorio. No se lo merece ni Andrés Manuel López Obrador ni se lo merecen los michoacanos”, lanzó el único exfuncionario de primer nivel que ha transitado de gobiernos de derecha a izquierda.
Germán Martínez adelantó que él apoyará a a quien garantice resultados para Michoacán y repitió que nunca llegó una invitación para que participara como aspirante a la gubernatura.
Destacó que él hace política con quién quiere hacer política con él. Recordó que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo invitó a ser fiscal general del país y su posición para ocupar un escaño en el Senado de la República se vino después.
Mencionó que él conoce a todos los actores involucrados en el proceso interno de Morena, tanto a Raúl Morón como a Cristóbal Arias, y también del bloque opositor como al gobernador Silvano Aureoles y al dirigente nacional del PAN, Marko Cortés.
“Yo voy apoyar el proyecto que garantice un resultado de paz y concordia para Michoacán, no creo en la pelea de perros y gatos por el cargo de gobernador. Michoacán no de estar en manos de truhanes de la política, y no es un casino de apuestas ni cabaret, en donde se apuesta por juegos personales. Michoacán es mucho más que una aspiración personal”.
Consideró el Senador, tras emplazar a quienes buscan la candidatura a que hagan compromisos con la sociedad, entre ellos a que fijen una postura sobre el papel que realiza Hugo López-Gatell, los maestros que no van a clases, pero además que no pacten con la delincuencia organizada.
IMSS DEBE LLEVAR ESTRATEGIA DE VACUNACIÓN
El abogado criticó duramente que no sea el Instituto Mexicano del Seguro Social el que lleve la línea medular de la campaña de vacunación contra la COVID-19, a pesar de que es el sistema que tiene presencia en todo el país con más de 6 mil unidades médicas o “puntos de venta”, y más bien se deposite esa confianza en el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar “que nadie sabe qué es”.
Pidió el voto de confianza para los trabajadores del IMSS, pues ahí están los mejores médicos que tiene el país y por sus manos ha pasado la gran mayoría de los mexicanos y ahí se curan las enfermedades.
Cuando él estuvo al frente del Seguro Social no pasaba por su cabeza una amenaza como la que está viviendo en estos momentos la humanidad por el coronavirus, pero recordó que desde entonces reclamó más recursos para la institución, mismos que en estos momentos están fluyendo.
Diariamente se gastaban mil millones de pesos, mientras que en la Universidad Autónoma de México se consumen 33 mil millones de pesos, es decir, lo que en el sistema de seguridad social se requiere por poco más de un mes.
Afirmó que en aquel entonces cuando presentó la renuncia -y reclamó las políticas de austeridad que imponía la Secretaría de Hacienda- estuvo motivada en las necesidades que él veía en el Seguro Social.
Desconoce si el presidente López Obrador se molestó en esa ocasión, pero aclara que lo hizo frente a su conciencia y frente al dolor de los niños con cáncer, “de quienes van a atender en traumatología y que no tenían medicinas”.
Destacó que lo hizo frente a lo que él cree que se debe hacer en este país para alcanzar esa aspiración de igualdad, pues desde su óptica no se vale que solo se pueda tener una mejor calidad en la atención aquellos que van a un hospital privado.
Aunque dijo no importarle si tuvo un costo político esa decisión y haber redactado una carta en esos términos de reclamo (fue la primera que se dio en ese gobierno), pero el tiempo le ha dado la razón pues ha sido necesaria la inyección de más recursos para atender las necesidades sanitarias.
Sentenció que si ahora la distribución y aplicación de la vacuna contra la COVID-19 es una rebatiña política, vamos directo al fracaso.
Reclamó que en plena pandemia ande de vacaciones el estratega del gobierno en la pandemia, Hugo López-Gatell, “quien no tiene un plan de vacunación”.
Él sugiere que la responsabilidad recaiga en manos del Seguro Social y que se convoque a las escuelas de medicina y enfermería de todo el país y solo así se podrá una cobertura completa que lleve al éxito en esta encomienda.
“La vacuna no debe ser objeto de llevar a un ring político electoral. Eso es inhumano. La vacuna debe ser una garantía de salud y de vida para todos los mexicanos, sin distingo alguno”.
Germán Martínez afirma que si la vida le diera la oportunidad de volver a la administración pública sería al Instituto Mexicano del Seguro Social, en donde se rescata a la gente del dolor y en donde realmente está la verdadera soberanía de la nación.
En donde se rescata de la muerte a las personas. Recalcó que la soberanía no está en los partidos políticos ni en el Congreso, sino que está en si se rescata de los quirófanos de los hospitales a los mexicanos que sufren.
“La soberanía está con los vivos, no con los muertos”. Confiesa que el IMSS ha marcado su vida.