Hasta este miércoles se han descubierto casi 30 metros del antiguo camino en dirección al sur de Morelia.
Vestigios arqueológicos de una antigua calzada siguen sorprendiendo a los trabajadores de la construcción en el distribuidor vial de salida a Salamanca en Morelia.
A poco menos de dos metros de profundidad de la carpeta asfáltica, el antiguo camino sigue asomando ante las excavaciones de la constructora.
Se intentará preservar el camino empedrado que se encontró en salida a Salamanca
Derivado de una denuncia ciudadana, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontró vestigios arqueológicos en la obra del distribuidor vial de la salida a Salamanca, se trata de un antiguo camino de piedras que cruzaba por la Nueva Valladolid hasta la zona del bajío michoacano, el cual ahora trata de ser preservado.
En entrevista con El Sol de Morelia, el arqueólogo Ramiro Aguayo Haro, quien coordina los trabajos de inspección y recuperación del camino por parte del Centro INAH Michoacán, aseguró que la institución trabaja en el salvamento arqueológico de los 350 metros lineales del camino de piedra que se identificó, sin que esto signifique que la obra debe parar debido a su labor.
Explicó que el salvamento arqueológico consiste en la recuperación de la mayor información posible de un vestigio que no será conservable por las características de la obra en cuestión, por lo que en un periodo de alrededor de cuatro semanas equipos interdisciplinarios estarán trabajando en conseguir todos los datos posibles por medio de inspecciones a profundidad.
Señaló que este lunes iniciará la inspección geofísica del camino con la implementación de un radar de penetración, una máquina que permite identificar los elementos del subsuelo y determinar la extensión territorial de lo que se verá afectado por la construcción del distribuidor vial.
El arqueólogo afirmó que existe la posibilidad de que no todo el camino tenga que ser tapado por la obra, sin embargo, la mayoría del empedrado no volverá a ver la luz, debido a ello, resaltó, es que se busca recolectar información que pueda ayudar a entender cómo se transitaba en Morelia en épocas antiguas.
“Lo que pretendemos es conocer las características del camino, como fue construido, de donde venía la piedra, como lo construían, sí habrían zanjas, si es un empedrado simple, los cambios en el medio ambiente, esto último por medio de estudios de polen, registrar qué características tiene cada elemento, pues sabemos que no lo podremos conservar”, apuntó.
Sin embargo, subrayó que la realización de este trabajo no debe ser un impedimento para que avance la construcción del distribuidor vial, pues a la par que ellos llevan a cabo sus tareas, la empresa a cargo de la edificación puede continuar con otro frente o “pisándole los talones” al INAH.
Refirió que la idea del instituto es ajustarse a los tiempos establecidos por la constructora y la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) a expensas de los hallazgos que se lleven a hacer durante la inspección del camino.
Aguayo Haro agregó que el salvamento arqueológico es un trabajo que se realiza de manera común en la realización de grandes obras de infraestructura, con la finalidad de conocer lo que encuentra debajo de nuevas construcciones y que la población conozca la historia de los sitios que visita.
Comentó que una vez que culminen los trabajos de investigación, el Centro INAH Michoacán llevará a cabo una serie de acciones de promoción y difusión de los resultados obtenidos, pese a que aún se desconoce la dinámica de comunicación, detalló que podría tratarse carteles y espectaculares en la zona o una experiencia de realidad virtual por medio de dispositivos digitales.