“Esta laguna se llena en 15 días con buena lluvia”, dijeron hace tres meses los pescadores frente al enorme territorio con maleza que se formó en el lugar donde nacieron. Pese a las adversidades que atacan a este lago, como la deforestación, cambio climático, uso desproporcionado del agua y un casi nulo saneamiento de aguas, el pronóstico se cumplió. Si bien está lejos de su mayor esplendor, se demuestra que la naturaleza sigue siendo generosa y cumpliendo sus ciclos y deja a la mano del ser humano la decisión de la conservación o la destrucción.
Lo que a inicios de 2021 era un enorme desierto en el que hasta se corrían arrancones, pasó en julio a ser un enorme territorio de charcos. Durante el mes de septiembre y contra los pronósticos de que el agua se evaporaría, la profundidad ya oscila entre los 90 centímetros del lado de Capacho;1.40 metros en Mariano Escobedo y los 2 metros en Irámuco.
El enorme tamaño de la cuenca del Lago de Cuitzeo, las características del territorio, la mano del ser humano y el paso de los años, han hecho que el cuerpo de agua se divida en varias partes y que cada una cumpla con sus propios procesos ecológicos o se vea afectada por distintas problemáticas. Por ejemplo, las tolvaneras en tiempos de sequía que se levantan de un suelo altamente salino y que azotan a Capacho y Huandacareo (poniente), no se sienten de la misma manera a 20 kilómetros en la tenencia de Mariano Escobedo y San Agustín del Pulque (centro), pues en el territorio de estas partes prolifera la maleza y el tule. Otro ejemplo es el área de Irámuco y Queréndaro (oriente), donde ni en el peor momento de la sequía de los últimos tres años dejó de tener al menos 1.20 metros de profundidad.
Esta casa editorial de nueva cuenta se internó al centro y otras áreas del lago para comprobar la actual profundidad [septiembre 2021] en las distintas áreas, además de conocer los datos que aportan quienes han sido pescadores durante décadas y siguen ejerciendo este oficio, así como de quienes lo han abandonado por la sequía y ahora se dedican a la construcción o a elaborar artesanías y productos con carrizo o tule.
JUNIO 2021, EL DESOLADO PANORAMA
En junio de este año las noticias para el Lago de Cuitzeo eran todas devastadoras. En un recorrido durante ese mes, el extremo poniente (altura de Huandacareo y Capacho), el centro (carreteras que llegan al municipio de Cuitzeo) y hasta el extremo oriente donde los estados de Michoacán y Guanajuato comparten el agua, se comprobó el “desierto” que arreció con la sequía del último año en las dos primeras partes.
Las huellas del desplazamiento de autos haciendo arrancones, un suelo agrietado y seco, maleza, ganado pastando, el viento golpeando fuerte y levantando polvo y salitre enfermando a los vecinos, una elevada temperatura, basura… eran el panorama que dejaba tristeza en los pobladores de la ribera y alertaba a los especialistas.
“A mí me da tristeza ver el lago así, es una tristeza que uno quisiera echarle agua, ¿pero con qué? Es mucha cantidad de agua lo que se necesita para que se llene, pero sí es triste, ojalá alguien dijera ‘vamos a hacer algo por ese lago’, porque está riquísimo ese lago pero seco, nada, no hay nada. Cuando hay agua hay vida, si no el polvo esta fuerte porque es salado el terreno y se levantan unos ‘polvaderones’, pero se moja y ya no hay polvo, el salitre está bravo” , dijo en ese tiempo J. Jorge Simeón Nava Huéramo, poblador de Capacho.
Entre las cooperativas más antiguas y activas de pescadores en toda la ribera del lago se encuentran las de la tenencia de Mariano Escobedo, una pequeña península perteneciente al pueblo mágico de Cuitzeo y donde hasta hace poco casi toda la población dependía de la pesca, pues en 2020 el agua que la rodea desapareció por primera vez desde hace más de 20 años.
Ante la situación, los navegantes cuentan que al ver el desierto en el que se había convertido su horizonte, se vieron obligados el último año a recorrer kilómetros para seguir la única agua que quedaba en la lonja pesquera de Irámuco, en Guanajuato, y donde tienen viejas amistades. En esas tierras ajenas han desafiado la comodidad de su laguna –como la llaman- para desplazarse de madrugada pagando gasolina y una caseta para ahorrar combustible.
JULIO 2021, LA PREDICCIÓN
Apenas 3 semanas después, al iniciar julio, pobladores que conocen y navegan estas aguas aseguraron que el lago volvería a tener agua y expusieron las razones basadas en su conocimiento empírico. Acompañándolos en su pesca por Irámuco cuando comenzaron las primeras lluvias fuertes, los hermanos pescadores Ruperto y Leonel Huazano dijeron que por su experiencia sabían que en poco tiempo el lago iba a comenzar a llenarse pues notaron que el agua de esa área iba subiendo, indicador de que pronto comenzaría a correr hacia su lugar natal y luego atravesar hasta Huadacareo, y después ir cubriendo las partes que rodean las dos carreteras [la Calzada y la autopista] que llegan al municipio de Cuitzeo.
“Vienen y nos preguntan que en cuántos años creemos que se llene esta laguna, y les respondemos que esta laguna se llena en quince días. Sí, en quince días se llena con una lluvia buena. Sólo una vez nos quedamos sin agua, en los años 90, pero una lluvia fuerte la llenó en un dos por tres y a partir de ahí hubo agua y fue hasta ahora que volvió a secarse” , comentaron.
Ellos que heredaron el conocimiento de generaciones pasadas, contaron que en aquella sequía a finales de la década de 1990 pasaron en automóvil atravesando el lago pero que al regreso ya no pudieron atravesar porque se llenó. Además, explicaron que debido a que la huevera de los peces sobrevive a largos periodos de sequía, la vida del lago floreció rápidamente: “La hueva de charales dura varios meses y nada más que tenga un poco de agua empieza a reventar el charal, a dar producto” , dijeron iniciando julio.
El temprano inicio de la temporada de ciclones en el país resultó positivo, provocando charcos, y que unos pocos centímetros de agua fueran cubriendo la resequedad. Esto fue la señal que conocían estos pobladores de que 2021 no sería igual que 2020, pues este año se llenaría considerablemente.
SEPTIEMBRE 2021, “RESISTIRÁN LOS 1.5 DE AGUA”
Los estudios arrojaron que durante 2020 y los primeros meses de 2021 el lago disminuyó sus aguas a un alarmante 10 por ciento y que, de no haber buenas lluvias, en pocos años comenzaría el proceso total de desecación. Durante el mes de septiembre la naturaleza demostró que aún puede darnos oportunidad y cumplió con su parte. El hecho de que el lago tenga hoy profundidades de 1.40 y 2 metros de profundidad resulta la oportunidad, quizá única y última, para que los gobiernos y la sociedad intervengan.
El Lago de Cuitzeo se suma al impacto mundial del medio ambiente y al llamado de científicos que urgen a las acciones en pro de la conservación de la naturaleza. David Frederick Attenborough, científico británico considerado uno de los pioneros en documentales sobre la naturaleza, ha dicho recientemente en uno de los últimos trabajos que “nunca fue tan urgente comprender cómo funciona el mundo natural para conocer a fondo lo que debemos preservar para asegurar el mundo natural, lo que hagamos en los próximos años determinará el futuro de este lago”.
Durante la tercera semana de septiembre se dio un nuevo recorrido. En julio fue a pie, esta vez en lancha.
Con el comprobado conocimiento empírico de los pescadores, nos explican que el agua que se encuentra actualmente no va a evaporarse -mínimo en los próximos meses-, sino que resistirá hasta la temporada de lluvias de 2022, permitiendo así la aparición del charal y la mojarra entre diciembre y enero del próximo año, señal de la reactivación de los procesos ecológicos y económicos de la región.
“Si el agua estuviera por debajo del metro de profundidad se evaporaría con el viento, pero la profundidad que tiene ahorita y que aún se esperan las últimas lluvias, esta agua aguanta hasta el otro año y ahí subirá más”.
Al adentrarnos al centro del lago, los hermanos pescadores señalaron con emoción los círculos que aparecían de repente en el agua: “Mira esos círculos, esos son los que hacen las mojarras, o sea que ya comenzaron las primeras, pero será hasta finales de año o en enero que ya podamos verlas aquí, todo es obra de Dios que nunca nos deja solos”.
Durante el recorrido se pudo observar lo que ellos le llaman “5 tipos de agua”, refiriéndose a la variación de colores y que señalan cierta recuperación del lago: en el centro adquiere un color café claro “por las propiedades de la sal”; en la parte norte del lago es más transparente, observándose el fondo, esto porque es más dulce y es la que proviene de las aguas subterráneas y de lluvia; en las orillas es oscura y en algunas partes verdosa por la maleza.
PIDEN CONTROLAR COMPUERTAS PARA “ASEGURAR EL AGUA”
Como se mencionó en la primera parte de este reportaje, el curso del agua que se pudo observar y que mencionan los propios pescadores inicia principalmente en el extremo oriente, que es la parte más honda y que cuando rebasa el 1.50 metros de profundidad fluye hacia el poniente, siendo los alrededores de la península de Mariano Escobedo los primeros en llenarse. Luego se acerca a la Calzada y a través de compuertas llega a la autopista para correr a Capacho, Huandacareo, Copándaro y el municipio de Chucándiro.
Ruperto y Leonel Huazano, junto con su grupo de pescadores, dicen que urge que la Conagua controle “el tapón” de dichas carreteras. Para ellos, cuando deje de llover la compuerta debería dejarse a una altura mínima de 1.30 metros, esto para que “el agua que rebase esa medida sea la que pase al extremo poniente y mantener el 1.30 en toda la parte del centro”, pues de lo contrario, si se mantienen abiertas -señalan-, el agua seguirá pasando y va a evaporarse al no mantener una profundidad mínima que resista hasta las lluvias del próximo año.
Contrario a la versión de estos pobladores, la Dirección Local de Conagua en Michoacán ha dicho a inicios de año que la compuerta no propicia ni el llenado ni el vaciado del lago, el cual de manera natural se comporta como lo hace el clima.
«En los años con poca precipitación alcanza poco almacenamiento; por consiguiente, durante el estiaje se va secando rápidamente, en los años de muchas lluvias logra mantener algún nivel de agua hasta el siguiente periodo de lluvias, justo venimos de 2 años de pocas lluvias, es lo que nos da una baja considerable, sobre todo en la parte poniente», dijo a medios de comunicación.
Sin embargo, el pescador de Capacho (lado poniente), J. Jorge Simeón Nava Huéramo, quien pescó junto a su abuelo, relata que en una ocasión reciente el lago alcanzó una considerable profundidad y que en Mariano Escobedo pidieron que se abriera la compuerta al 100 por ciento para que el agua se nivelara pasando al otro lado, es decir, para Nava Huéramo, este “tapón” sí puede ayudar a regular el curso y profundidad del lago.
“Los de Mariano taparon el puente y ya no se podía pasar para allá ni para acá, ellos no querían que se les secara la parte de allá, pero en una ocasión que sube el agua y ya sentían feo porque el agua se les había subido a las casas”, cuenta.
¿Y LA PARTE QUE TOCA AL SER HUMANO?
Es una realidad que las lluvias de este año y el agua con la que actualmente cuenta el lago son apenas un respiro que no asegura el rescate del lago. Pero de lo que no hay duda es que la naturaleza se muestra resistente pese a las severas afectaciones causadas por el ser humano.
1.- Reforestación fuera y dentro de la cuenca; fraccionamientos en recarga de acuíferos…
Su rescate, de acuerdo con especialistas y Ricardo Luna, secretario del Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet) de Michoacán, señalan que al lago no sólo le afecta lo que sucede en su cuenca, sino también fuera de ella, por lo que pensar en la amplia reforestación implica a los cerros que lo rodean, pero también otros que filtran el agua al subsuelo y se unen para abastecer a este cuerpo de agua. Un ejemplo son las áreas de recarga de acuíferos que se localizan sobre el Cinturón Volcánico Trans- Mexicano, como la que rodea el Cerro del Águila, que se relaciona con el Manantial de la Mintzita y deben contemplarse. Pues en estas zonas de filtración ya se construyen enormes fraccionamientos que evaporan el agua, así como huertas de aguacate que ocupan grandes cantidades de agua.
José Antonio Benjamín Ordoñez, investigador del Tecnológico de Monterrey, señala la importancia de reforestar todos los cerros (principalmente con bosques de pino-encino) de estas áreas para que el agua pueda comenzar a infiltrarse: “Al acabarse la vegetación de la zona, se dio paso a la evaporación paulatina, los bosques de todos los cerros alrededor necesitaban estar sanos y esto puede tardar hasta 70 años”.
Cabe destacar que entre las décadas de 1970 y 2000 aumentó la población dentro de la cuenca a más del doble, siendo Morelia, Tarímbaro y Cuitzeo los principales centros urbanos, de acuerdo con estadísticas del INEGI, además los estudios señalan que los bosques de la cuenca del lago han disminuido su extensión en un 50 por ciento durante los últimos 30 años.
2.- Sanear Aguas
Por otro lado, urge una limpieza de la ribera de lago por parte de Conagua, además el funcionamiento de las plantas tratadoras de agua que juegan un papel importante para el rescate de cualquier lago; destacando que actualmente se limpia un mínimo de las aguas negras que recibe. Hay que considerar además que los 25 municipios que forman parte de la cuenca agregan contaminantes.
3.- Zonas de riego
Además de que se regule con puntual atención el uso de agua en las numerosas zonas agrícolas. En este punto la Comisión Nacional de Agua recalca que tiene registradas 20 presas en la cuenca cerrada del Lago de Cuitzeo, pero que éstas sólo representan 20 por ciento de la capacidad de almacenamiento del lago y argumentan que esa agua es indispensable para la producción de alimentos; sin embargo, no hay datos de quién controla, monitorea y supervisa de manera rigurosa el correcto uso de agua y si se inspecciona rigurosamente el uso de agroquímicos que llevan a enfermar a los cuerpos de agua. A esto hay que añadir los pozos y hoyas de agua que existen.
PÁTZCUARO Y ZIRAHUÉN, SÍ; PARA CUITZE NADA, NUNCA
Cuitzeo no es el único lago que peligra en el estado de Michoacán, pero a diferencia de Pátzcuaro, Zirahuén y el Lago de Chapala, sí es el único que no ha recibido recurso especial y específico para su rescate. Hasta el momento, las administraciones a nivel federal y estatal no se han interesado por presentar programas para este cuerpo de agua y destinar el respectivo presupuesto.
Es costumbre que, al inicio de nuevas administraciones, tanto activistas, como partidos políticos y candidatos, presenten interés por los cuerpos de agua y visiten las zonas vulnerables, sobre todo, aquellas que son de alto impacto turístico como lo es el lago de Pátzcuaro, pueblo mágico por excelencia y el Lago de Zirahuen, de una belleza natural incomparable, con actividades ecoturísticas, famosas cabañas, entre otras atracciones.
“Se le metió a Pátzcuaro una cantidad, se le metió a Chapala otra cantidad para el rescate, pero a la segunda laguna más grande del país, nada, al olvido”, condenó Ruperto Huazano, quien aseguró las autoridades se olvidan del lago en la sequía, pero que cuando tiene agua llegan para ver que pueden “sacar”.
La Comisión Nacional de Agua (Conagua) manifestó a este medio que “en algunos momentos, en que algún cuerpo de agua es de interés para los tomadores de decisiones y a través del Congreso de la Unión, se han dispuesto recursos especiales para algunos cuerpos de agua, sin que a la fecha ocurra esto para el lago de Cuitzeo”.
La Conagua informó que actualmente se está trabajando para documentar la necesidad de que se asignen recursos necesarios que impulsen la mejora de las condiciones en torno al lago, se trata de un “grupo interdisciplinario, y a partir del pasado 23 de julio se instaló la Mesa de Trabajo Interinstitucional del Plan de Acción Emergente para la Rehabilitación del Lago de Cuitzeo, en la que se participa bajo la coordinación de la SADER, misma que está integrada por la SADER, SEMARNAT, CONAGUA, PROFEPA, IMTA, CONAPESCA, CONAFOR, INAPESCA, INIFAP, Gobiernos de los estados de Guanajuato y Michoacán, y los gobiernos de los municipios ribereños del lago”.
“Se trazó una ruta de acción, de la que se acordó que en octubre de este año se tendrá el Plan Emergente para la Recuperación del lago de Cuitzeo, y se iniciará la implementación de las acciones, con un horizonte inicial de conclusión de la Mesa de Trabajo Interinstitucional al 31 de diciembre de 2022, sin que esto signifique el fin de los trabajos requeridos, mismos que se darán continuidad de manera independiente o coordinadamente por las instituciones involucradas, siempre y cuando las gestiones presupuestales ante el Congreso de la unión surtan los resultados planteados”, respondió Conagua a esta casa editorial.
La dependencia dijo que para el plan del rescate del lago se aprovecharán los múltiples estudios y diagnósticos previos con que se cuenta en las diferentes instituciones y considerando los realizados por especialistas de la academia, sin embargo, para el investigador de la UNAM José Joel Carrillo Rivera, señala que el ímpetu de las investigaciones académicas o independientes con activistas, tienen un alcance parcial, pues el gobierno no invierte en este tipo investigaciones para tener un referente de datos de campo y con un monitoreo continuo, lo que dificulta llegar a cualquier conclusión.
Las imágenes de la sequía de 2020 paralizaron al país. El segundo lago más grande de México, que nació hace 7 u 8 millones de años, estaba muriendo.
¿Qué sé necesita para procurar su rescate?
Esta es la segunda parte de una serie de recorridos que se dieron desde el mes de junio a los extremos del Lago de Cuitzeo y tiene como objetivo de dar voz y resaltar el conocimiento de las personas que viven con lago y que han adquirido el aprendizaje de generaciones. Consulta la primera parte aquí.