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En California priorizan vacunar a trabajadores agrícolas, aunque sean indocumentados

Entre los condados que han manifestado su intención de ampliar en marzo la vacunación a los agrícolas, además de California, están: Colorado, Idaho, Michigan y Wisconsin

Trabajadores del sector agrícola del condado de Riverside, California, Estados Unidos, han tenido prioridad en la vacunación contra el covid-19, aunque muchos sean indocumentados, informó The New York Times.

Ese condado es el primero en ese país que lleva a cabo esa acción, independientemente de la edad, las condiciones de salud y el estatus migratorio de las personas, quienes han recibido la vacuna de Pfizer y BioNTech.

Lo que este condado ha hecho, ningún otro condado del estado lo ha hecho. Necesitamos replicar este programa en todo el estado de California”, comentó el gobernador Gavin Newson, quien anunció que pondrán 34 mil vacunas en el Valle Central a disposición de los trabajadores agrícolas.

En el Valle de Coachella, el programa de vacunación inició en enero, con un plan de educar a los trabajadores sobre el covid-19, las pruebas en sus lugares de trabajo y quedarse en casa si contraían el virus.

En algunas zonas agrícolas hasta 40% de los trabajadores han dado positivo a las pruebas de SARS-CoV-2.

“Estamos hablando de una situación apocalíptica”, consideró el reverendo Francisco Gómez, de la Iglesia de Nuestra Señora de la Soledad de Coachella. Y dijo que la parroquia está haciendo un promedio de 10 entierros semanales.

Los investigadores de salud pública consideran que programas como el de Riverside deben expandirse en el país para poner fin a una de las mayores amenazas a la estabilidad del suministro de alimentos del país.

“Cientos de brotes de coronavirus han paralizado la fuerza laboral en granjas y centros de procesamiento de alimentos en todo el país. Investigadores de la Universidad de Purdue estiman que unos 500 mil trabajadores agrícolas han dado positivo por el virus y al menos 9 mil han muerto a causa de él”, indicó The New York Times.

Gracias a este programa se han ahorrado el registro en línea al que deben acceder la mayoría de los californianos. Una vez aceptada la vacuna, un empleador organizó sus citas y sólo tuvieron que hacer acto de presencia.

“Tan pronto como nos enteramos de que las vacunas iban a estar disponibles, estábamos haciendo planes”, comentó la directora Ejecutiva de Growing Coachella Valley, Janell Percy.

Los desafíos para vacunar a los trabajadores agrícolas van más allá de sus preocupaciones sobre su estatus migratorio, pues tienen en contra el acceso a la banda ancha o las barreras del idioma, la falta de transporte para llegar a zonas urbanas o la capacidad de salir del trabajo a una hora determinada del día.

“Los trabajadores agrícolas viven en una realidad que es ajena a la mayoría de nosotros y son invisibles para la mayoría de nosotros, pero producen miles de millones de dólares en alimentos distribuidos en Estados Unidos”, comentó el director Ejecutivo del Desert Heathcare District, Conrado Bárzaga.

En 2020, los trabajadores agrícolas fueron catalogados como esenciales, permitiéndoles trabajar, pese al confinamiento, aunque también los expuso al virus.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades han recomendado que los agrícolas tengan acceso temprano a la vacuna, pero cada condado ha dado un enfoque distinto a esta recomendación, afirmó The New York Times.

Muchos han priorizado a la población de 65 años y más, cuando la edad promedio de los agrícolas es de 39 años y más de 50% tiene 44 años.

Entre los condados que han manifestado su intención de ampliar en marzo la vacunación a los agrícolas, además de California, están: Colorado, Idaho, Michigan y Wisconsin.

En el condado de Riverside, los defensores de los agrícolas y productores han sido ejemplo de vacunación y administración de éstas.

“No es sólo que priorizaron a los trabajadores agrícolas, desarrollaron una estrategia integral innovadora para garantizar el acceso y la aceptación de las vacunas en las comunidades de trabajadoras agrícolas”, señaló el director de Política de Salud de Farmworker Justice, Alexis Guild.

En otros condados, como en Florida, para recibir la vacuna las personas deben demostrar su residencia, lo cual disuade a los indocumentados. Incluso las farmacias en Georgia han rechazado a personas de más de 65 años que son inmigrantes y que no tienen número de seguro social. En Nebraska, los indocumentados serán los últimos en ser vacunados, según las autoridades.

Por otro lado, hay personas que han cuestionado que se vacune a trabajadores agrícolas, por encima de los californianos de la tercera edad o jubilados. Algunos más reconocen que son quienes se encargan de los alimentos.

No obstante, los primeros datos de vacunación en el vecino país muestran que el reparto de dosis ha sido más lento en algunas comunidades negras y latinas. En Riverside, los hispanos son la mitad de la población, pero sólo han recibido el 20% de las dosis.

“Tenemos la responsabilidad moral de asegurarnos de no dejar a las personas atrás simplemente porque carecen de recursos o viven en ciertos códigos postales”, comentó Raúl Ruiz, un representante demócrata que ha visitado comunidades rurales, alentando a la población a vacunarse.

Otro de los factores que ha inhibido la vacunación es la desinformación sobre la seguridad de la vacuna que ha proliferado en redes sociales. Y algunos más creen que se expondrán a la aplicación de la ley de inmigración.

“No hay ningún chip para rastrearte. No hay ningún efecto negativo, no pierdes la fertilidad”, aseveró la educadora de una organización sin fines de lucro y asistencia legal para inmigrantes, TODEC, Monserrat Gómez. “La vacuna ya está disponible para usted. Muchas personas desearían tener esta oportunidad”, añadió.

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