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Expertos en energía cuestionan a AMLO: «No es cierto que haya un subsidio eléctrico a las empresas»

El Presidente dijo que las grandes compañías recibían un subsidio por la energía de «respaldo» de CFE y otro subsidio por la transmisión. La réplica de los especialistas.

Andrés Manuel López Obrador sigue firme en la idea de aplicar su nueva Reforma Eléctrica, para -según sus palabras- fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad y acabar con los beneficios «neoliberales». En la mañanera de este viernes, el Presidente cuestionó a las empresas que apostaron por sus propias plantas de generación. Las acusó de obtener subsidios que el resto del «pueblo» no recibe.

En medio de su disputa pública con el juez Juan Pablo Gómez Fierro por la suspensión de su reforma, AMLO apuntó contra las empresas que siguen pidiendo amparos en la Justicia. «Hoy estaba yo enterándome que se amparan Walmart y Bimbo por la reforma eléctrica», dijo.

Y agregó: «¿Y qué tiene que ver Bimbo y Walmart con la industria eléctrica? Pues resulta que sí tienen que ver porque con la llamada reforma energética, constituían una empresa para producir energía y además si esa empresa producía energía eólica limpia, recibían un subsidio y al final compraban la energía eléctrica más barata que los consumidores».

AMLO aseguró que las inversiones que hacen grandes empresas para producir su propia energía limpia, en rigor cuentan con un respaldo de la CFE y con otros subsidios. «Porque los ventiladores, los generadores, no producen permanentemente y tiene que entrar la CFE con energía de respaldo», afirmó.

«Entonces, entra a respaldar la CFE, pero ese gasto que implica operar las hidroeléctricas que pueden entrar a funcionar -en una hora se prenden para respaldar la falta de energía que se provoca con la eólica- pues ese costo no se contempla y eso es un subsidio», agregó.

Hay un entendimiento limitado del negocio eléctrico por parte de AMLO, Nahle y Bartlett. Presentan un discurso distorsionado y hablan de lo que pretenden hacer creer

Y finalizó: » La otra parte es que no pagan por la distribución de la energía, porque la red de distribución es de la CFE y no pagan nada. Son subsidios, el que estén recibiendo energía barata, mientras los ciudadanos tienen que pagar completamente el servicio».

¿Existen efectivamente beneficios para las empresas que invierten en su propia energía?

«El Presidente mezcla temas distintos para generar una narrativa que en los hechos está muy alejada de la realidad», asegura Gonzalo Monroy, director general de GMEC y experto en materia energética. «Hay un entendimiento limitado del negocio eléctrico por parte de AMLO, Nahle y Bartlett. Presentan un discurso distorsionado y hablan de lo que pretenden hacer creer», agrega David Rosales, gerente de Energía en Grupo UCorporate.

Manuel Bartlett, director de la CFE.

El autoabastecimiento

A principio de los ’90 se rompe el monopolio de la generación eléctrica y se abre la figura del autoabastecimiento. Así empiezan a operar los productores independientes de energía. De allí surgen los famosos contratos legados, que son anteriores a la Reforma Energética de EPN. En esos contratos, los particulares podían obtener un permiso para generar energía eléctrica. También las empresas podían asociarse con ese fin.

«Tu empresa podría asociarse con Iberdrola y así entre un grupo de empresas invertir en una planta de generación. Estos contratos establecen que el remanente de la energía que se generaba para autoconsumo, debía venderse a la CFE», explicó Monroy.

Y agregó: «Lo que ocurre es que con este tipo de asociaciones, empresas como FEMSA -que van creciendo en consumo eléctrico con la explosión de las tiendas Oxxo- entienden que con este tipo de asociaciones pueden obtener energía más barata de la que vende la CFE».

Según los expertos, CFE sí empieza a sentir el golpe pero no porque haya corrupción, sino porque el mercado eléctrico privado es mucho más eficiente. «En lugar de mejorar a la CFE, la respuesta que intentan dar es un regreso a un escenario proto-monopólico», argumenta Rosales.

Los «subsidios»

Por otro lado, está el tema de la intermitencia de las energías limpias. Empresas como Bimbo o Cemex vienen apostando fuerte a planes de inversión para llegar a abastecer sus plantas con 100% de energía limpia y así colaborar para bajar las emisiones contaminantes.

«Es cierto que en los momentos en que no hay viento o sol, se necesita del respaldo de la energía de CFE. Ocurre que AMLO tiene un entendimiento rústico del tema. Esos respaldos sí se pagan. No hay ningún subsidio en ese sentido», dice Monroy.

Rocío Nahle, secretaria de Energía.

Y Rosales avala esta posición: «La Comisión Federal cobra una porción de su tarifa para financiar ese mercado de potencia. El problema real que tienen es que no les alcanza y cada vez más privados apostarán por salirse de CFE».

Directivos de algunas empresas incluso ya plantearon a la CFE que no tendrían inconveniente en negociar algún tipo de contrato permanente, en la medida que la energía que reciban sea 100% limpia. Los equipos técnicos de Bartlett respondieron que no podían garantizar esa condición.

El cobro de la red

El tercer aspecto de esta discusión sí tiene contexto en los años de la Reforma Energética de Peña Nieto. Muchas empresas, sobre todo de energías renovables, comenzaron a invertir en la construcción de nuevas líneas de transmisión para interconectarse con el sistema.

En lugar de mejorar a la CFE, de hacerla más eficiente, la respuesta política que intentan dar es un regreso a un escenario proto-monopólico

Pero como el manejo de esta estructura está en manos de la CFE, donaban esas líneas de interconexión a cambio de un descuento en la tarifa de transmisión que cobra la Comisión. «En general la tarifa se compone en un 95% por capacidad y sólo 5% por uso. Como las empresas ya habían invertido en la interconexión, pues se les descontaba eso y sólo se les cobraba el uso de la red», afirma Monroy.

«En rigor se les cobra todo, pero luego hay una bonificación. Esto es como cuando rentas un departamento y tú financias la colocación de rejas, cambias una puerta, o mejoras algún aspecto del inmueble. Y luego le pides al propietario una bonificación en la renta porque esa inversión se quedará fija en el departamento», ilustra Rosales.

Ambos expertos coinciden en sus conclusiones: no existe ningún tipo de subsidio a los privados. La hipótesis común gira en torno a la falta de eficiencia de la CFE. «La solución más sustentable, que es hacerla realmente competitiva, es más difícil y quizás no tan redituable políticamente a corto plazo», concluye Rosales.

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