Integralia publicó su primer reporte electoral, en el que da cuenta del panorama rumbo a las elecciones del 6 de junio y lo que se proyecta para el partido en el poder.
El «tsunami» Morena podría no repetirse en las elecciones de este año. Tan solo en el panorama de las 15 gubernaturas que estarán en juego el próximo 6 de junio, el partido tiene más posibilidades en siete u ocho.
Esta proyección a cargo de la consultora Integralia, publicada en el primer Reporte Electoral de las elecciones y analiza escenarios sobre el avance del partido en el poder.
Integralia señala que a finales de 2020 se vislumbraba que Morena podría arrasar con 14 de las 15 gubernaturas, pero ahora la proyección es que ganará entre siete u ocho.
De ser así, Morena de igual forma se convertiría en el partido con más estados gobernados: actualmente, tiene seis y, según los resultados proyectados de las próximas elecciones, sumaría un total de 13 o 14 gubernaturas. Hoy, el PRI es la fuerza regional dominante con 12 entidades.
En el caso de la Cámara de Diputados, que también se renovará este año, se prevé que Morena y sus aliados pierdan la mayoría calificada (dos terceras partes), pero logren la mayoría absoluta (50%+1).
«Morena será el partido más votado, pero no se repetirá el tsunami electoral de 2018 cuando existió un voto masivo por ese partido», destaca el reporte.
Integralia indica que uno de los factores que definirán los resultados electorales es la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, que aunque no es tan alta como la de 2018, sigue teniendo entre el 50% y 57%, según una encuesta de GEA-ISA publicada en marzo.
También importará el desempeño de los gobiernos locales (alcaldes, gobernadores y congresos estatales), que para Morena será un «factor adverso», pues representó una alternancia política.
Además, menciona Integralia, el electorado está centrado en el prestigio y los atributos de los candidatos, sobre todo de los que se postulan para una gubernatura o una alcaldía, y en especial de aquellos que son abanderados por Morena.
Otro factor será la coalición opositora entre el PAN, PRI y PRD, que irán juntos en 219 distritos y en 11 de las 15 gubernaturas.
La consultora refiere que, igual que en 2018, este año podría haber una mayor participación ciudadana y, por tanto, una mayor probabilidad de que haya voto de castigo al gobierno de López Obrador y Morena.
Sin embargo, menciona que en este proceso electoral la pandemia de COVID-19 podría deprimir el voto, pues persiste el temor entre la ciudadanía por riesgo de contagio.
Pero por otro lado, expone, la elección de 15 gobernadores y de alcaldes en 30 entidades, ligada al clima de polarizaciónen el país, podría estimular una mayor participación que en elecciones previas
Respeto a este clima de polarización, la consultora señala que por las expresiones del presidente López Obrador y de Morena contra el Instituto Nacional Electoral (INE) se pueden esperar campañas complicadas y conflictos poselectorales.
«Es previsible que los candidatos perdedores de ese partido aleguen fraude y ocurran movilizaciones de protesta (como las que encabeza Félix Salgado Macedonio, aspirante de Morena al gobierno de Guerrero). El Tribunal Electoral tendrá la última palabra y en aquellas entidades donde Morena pierda por estrecho margen habrá presiones para anular elecciones», explica el reporte.
Por lo anterior, Integralia considera que después de las elecciones del 6 de junio podría aumenta el riesgo político en México por dos aspectos:
- Si los resultados favorecen al partido del presidente, podría impulsar cambios más drásticos de los que se han visto en lo que va del sexenio y con ello aumentar la polarización y ataques de los opositores.
- Pero si no le favorecen, es previsible que se redoble los ataques contra la oposición, además de usar consultas populares para presionar al Congreso a aprobar las reformas que necesita para dejar su “huella” y pasar a la historia.
En cualquier escenario, las empresas e inversionistas deben prepararse para un entorno de mayores riesgos, resalta Integralia.
