Legisladores reconocen sus aportaciones y reprochan trato que se les da en cuanto a pago de impuestos
La inconfundible voz del cantante Alex Lora irrumpió ayer en el salón de plenos del Senado de la República al término de la sesión solemne, en la que la Cámara Alta rindió homenaje y reconoció las aportaciones de autores y compositores de nuestro país.
Tras los discursos de los senadores Eduardo Ramírez, Ricardo Monreal y Miguel Ángel Mancera, así como del presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México, Roberto Cantoral, los homenajeados posaron para la fotografía oficial y se escuchó el grito del presidente de la Mesa Directiva: “¡Vivan los compositores de México!”.
Para entonces, Alex Lora ya se había colocado frente al atril de la máxima tribuna del país para que su clásico grito retumbara dentro y fuera del Senado: “¡Viva México, cabrones! ¡Y que viva el rock and roll!”, arrancando el aplauso y la ovación de los asistentes.
Más tarde, senadores y compositores cortaron el listón inaugural de la exposición fotográfica Rostro del Autor, en la escalinata principal del Senado, donde Martín Urieta manifestó su descontento con el trato que le da el gobierno a los compositores en materia de pago de impuestos.
“Los compositores somos uno de los gremios que menos son valorados en la dimensión que merecen. Los compositores (…), después de muertos, seguimos pagando impuestos (…) A nuestros herederos, el Estado toma posesión de su patrimonio cuando una canción cae en el dominio público”, denunció.
Previamente, en su discurso en el salón de sesiones, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ricardo Monreal, expresó su admiración por los compositores y consideró “hasta tardío” este homenaje, “porque ustedes han dado al mundo prestigio, han dado al mundo talento, han dado al mundo, y a nuestro país, alegría”, señaló el senador.
Por eso, apuntó, “las piedras rodando se encuentran, como dice la canción de Alex. O Te soñé, otra gran melodía de Aleks [Syntek], otra gran canción. Yo, debo confesarles, me he tomado dos, tres copas con estas canciones.
“O la de Paty [Cantú]: Amor, amor, amor; ¿quiénes no las han disfrutado? A través del vaso, de Palencia, de Horacio, también gran melodía. O de quienes hoy también rendimos homenaje, pero que ya no están con nosotros. A mi padre le gustaba Ella, de José Alfredo Jiménez, o El Andariego, de Álvaro Carrillo, o aquí, quizás las copas que he multiplicado más, es con Mujeres Divinas o Urge y Paso a la reina”.