El Tren Maya es uno de los proyectos principales de la administración de López Obrador, que pretende dinamizar el sureste mexicano
El Tren Maya podría recurrir de inversión privada en una segunda etapa de su construcción, debido a que que requerirá de conexiones con puertos y aeropuertos, afirmó el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons.
Tenemos que comprometer a que participe la iniciativa privada, hay que hacer un estudio de factibilidad y no está planteado para esta primera etapa. Comprometer al sector privado para crear un centro logístico”, puntualizó.
Jiménez Pons apuntó que la decisión la tomará el gobierno el próximo año, en donde se plana ahorrar recursos en la obra o recurrir a la iniciativa privada: “que alguien diga si se liga con un parque logístico y beneficia a ese parque, ahí tendría que existir inversión privada”, dijo.
El Tren Maya es uno de los proyectos principales de la administración de Andrés Manuel López Obrador, que pretende dinamizar el sureste mexicano.
El ferrocarril, que entrará en operación en 2024, tendrá una inversión total estimada de cinco mil millones de dólares para mil 554 kilómetros de extensión en cinco estados: Tabasco, Campeche, Yucatán, Chiapas y Quintana Roo.
Sin embargo, estas obras han generado suspicacias por parte de activistas ambientales así como comunidades indígenas que habitan en zonas del recorrido del futuro ferrocarril, por el posible daño ecológico que pueda generar esta obra.
Pero también ha obtenido el apoyo de organismos como ONU Hábitat, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).