Monseñor Franco Coppola aseguró que el desafío para los jóvenes en México es evangelizar a otros jóvenes
El nuncio apostólico en México, monseñor Franco Coppola, afirmó que la disminución de católicos en el país representa un desafío para los jóvenes.
Las declaraciones de monseñor Coppola ocurrieron a propósito del Censo de Población y Vivienda del Inegi en que se señala que la población católica disminuyó 5 por ciento de 2010 a 2020.
De acuerdo con el Inegi hay 97 millones 864 mil 218 feligreses católicos.
El nuncio apostólico en México describió la información difundida por Inegi como “muy generosa”, pero indicó que a su parecer “es más complicada la situación y va a ser más complicada”.
Durante su participación en la peregrinación virtual juvenil al Cerro del Cubilete en el estado de Guanajuato, el religioso señaló que la mayoría de los fieles en México son adultos y adultos mayores.
Es rarísimo ver jóvenes que comulgan, es rarísimo. Es la realidad”, lamentó.
Monseñor Coppola subrayó que la situación actual de los católicos en México no es culpa de los jóvenes, pero sí una oportunidad, una “misión” para ellos.
Recordó que cuando él iba en el seminario el rector insistía en que los jóvenes son los ideales para hablar con otros jóvenes sobre Dios, “porque tienen sus palabras, tienen su sentido, saben qué le importa al joven”.
Por ello los seminaristas fueron puestos a trabajar con universitarios para facilitar la evangelización de jóvenes.
Tenemos que tomar conciencia de un cambio de época que se ha realizado”, advirtió.
Añadió que anteriormente la transmisión de la fe se daba en casa, por los abuelos o los padres, pero que ahora los padres no entienden a sus hijos y viceversa.
Se habla un lenguaje diferente, se tiene una sensibilidad diferente. Y esto hace que muchos jóvenes no han recibido de sus padres la fe. La Iglesia tampoco estaba preparada para hacerlo. Y crecen así, sin ningún conocimiento”, explicó.
De esta forma, el reto para la Iglesia es equiparse para evangelizar y el desafío para los jóvenes es llevar el anuncio de la fe a sus coetáneos no sin antes presionar a la Iglesia para que se ocupe de ellos.
(Los jóvenes tienen que) ayudarnos, darnos una mano para evangelizar a sus coetáneos”, finalizó.
