El prolongado tiempo que las personas pasan en las filas las expone a contagios; hasta 27% de quienes acuden a recibir la vacuna ya tienen el virus, dicen especialistas.
Las jornadas de vacunación contra la COVID-19 en Morelia se han convertido en algunos casos en un foco de contagio de la misma enfermedad, pues los esquemas de organización han generado filas de kilómetros y esperas de varias horas en las que las que miles de beneficiarios se encuentran a solo unos cuantos centímetros de distancia y hasta más de un 27 por ciento ya son portadores del padecimiento sin saberlo.
Cuestionada sobre si dichos puntos representan un foco de infección, Martha Esther Maqueo Márquez, integrante del Colegio de Médicos de Michoacán (Comemac) respondió que “Por supuesto, cualquier situación que no nos permita tener una buena distancia y que no nos permita una sana convivencia; yo creo que aquí seria por horarios y lo dijimos siempre: 20 en un horario, porque sabemos que no tardamos más de cinco minutos en la aplicación. Claro que es un foco”.
Una de las mayores aglomeraciones por vacunación se dio en la pasada etapa de 30 a 39 años de edad en la Ciudad Universitaria de Morelia, donde se dio una espera de hasta cuatro horas y una fila que rodeaba casi completamente el campus. En dicho lapso, los beneficiarios convivían, hablaban e incluso compartían alimentos con sus compañeros de espera y por momento se retiraban el cubrebocas para consumir líquidos o alimentos.
En estos casos, ni un solo “Servidor de la Nación” o trabajador de otra dependencia realizó recorridos por la fila para verificar la sana distancia o emitir recomendaciones.
En las filas se encontraban personas que apartaban el lugar de un familiar o que acompañaban a un conocido, así como también había niños llevados por sus madres ante la imposibilidad de encontrar un cuidador.
Todas estas personas que estuvieron expuestas sin recibir la vacuna, pudieron infectarse de COVID-19.
“Claro que es un foco de infección, porque en primer lugar no existe el personal capacitado y adecuado para ordenar esas filas tan enormes. La misma población que se va a vacunar, de la edad que sea por la desesperación, la prisa o la ansiedad, desean llegar más rápido y se acercan unos a otros. Yo creo que el personal no alcanza para esas filas, para ordenarlas con el protocolo necesario de la sana distancia”, secundó Maximino César Jiménez Zavala, presidente del Instituto Nacional de Educación Médica Continua del Estado de Michoacán.
Así como también apuntó que las largas esperas también representan un riesgo para personas con enfermedades crónicas que pueden sufrir una disminución de su glucosa, deshidratación o golpe de calor.
“En estas filas hay personas hipertensas, diabéticos, que no tomaron sus medicamentos o simplemente en este periodo que estuvieron en el solo sufrieron una deshidratación y sufren desmayos. Hay personas ni siquiera saben que son diabéticos y ahí les baja la glucosa se desmayan. Independientemente que sí es un foco de contagio enorme”.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), recientemente se sobrepasaron 2 millones de dosis aplicadas en el estado, de las que 739 mil 011 corresponden a mayores de 60 años, otras 539 mil 483 para personas de 50 a 59, 493 mil 700 de 40 a 49 años y 283 mil 668 de 30 a 39 años, mientras que la etapa de 18 a 20 años se han aplicado 132 mil dosis.
A la par que se presenta un considerable avance en la vacunación en Michoacán, ambos especialistas consideraron que la estrategia de vacunación pudo y aún puede corregirse para evitar aglomeraciones por esta causa.
César Jiménez apuntó que otra de las opciones es usar la capacidad y los espacios adicionales con los que ya cuenta la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“La logística de la vacunación no es muy adecuada que digamos porque no deberían hacerse estas filas tan enormes. Lo más adecuado es que se respetara por horarios. Se están ocupando espacios enormes, pero se están desperdiciando otros. Se puede vacunar en todo el sector salud, todos tienen área de medicina preventiva que es aislada y no se contamina, los afiliados al IMSS pudieron ir a vacunarse al Seguro, esto hubiera hecho que se desconcentrara la población”.
Finalmente, consideró que las situaciones ya antes mencionadas y los casos donde los ciudadanos que hicieron fila no reciben la vacuna porque se agotó el biológico, pueden generar un desanimo en la población que prefiere ya no vacunarse.
“Ha sucedido que las personas están esperando y cuando les toca ya no hay vacunas, se deben preparar las dosis que son para que la gente no tenga disgustos. A veces dejan de vacunarse, por eso debe seguirse la estrategia de desconcentrar estas filas”.